1. Fibonacci, el arte en la naturaleza
La secuencia de Fibonacci está definida por ser una secuencia infinita, donde cada número es resultado de la suma de los dos anteriores:
0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, 144, 233, 377, 610…
Dicha sucesión de números es muy útil en las matemáticas, la computación y en la teoría de juegos; la relación que guarda con el número áureo es muy estrecha, hasta se podría decir que son parte del mismo fenómeno.
El número áureo es muy famoso porque gráficamente forma una espiral que se ha ligado mucho al arte y la naturaleza. Si hacemos el experimento con una calculadora y dividimos cualquier número de la secuencia por su número anterior, por ejemplo, 5 entre 3, el resultado será 1.666666… Pero mientras más grande sea el número dentro de la secuencia de Fibonacci y hacemos esta misma división, el resultado será cada vez más preciso y cercano al número áureo; si dividimos, por ejemplo, 233 entre 144, el resultado es 1.6180…
Se puede observar en la propia naturaleza, donde se ha comprobado que el número áureo está muy presente, incluso hasta niveles celulares o en el ADN y su disposición en la codificación. Otros ejemplos de esto son las espirales que se observan en los tornados, en el orden en el que están acomodadas las semillas de los girasoles o en la espiral que forma el caparazón de algunos animales como el caracol, etc.
Descarga el siguiente archivo donde se generan espirales de Fibonacci similares a las del centro de la margarita de la imagen.