¿Recuerdas cuando en el recurso número 1 de esta asignatura te hablábamos de cambiar el mundo? Cerramos el círculo ahora, al final de la materia, haciendo efectivo este cambio con la programación aplicada a los dispositivos del IoT. Pero, ¿con qué dispositivos se implementa en la realidad este IoT?
Lo primero que es necesario para el sistema de IoT es que haya objetos con la capacidad de recabar datos. Para ello, se utilizan dispositivos electrónicos que pueden ser chips diminutos y tienen, como mínimo, los siguientes componentes:
- Sensores: pueden medir localización, aceleración, temperatura, luminosidad, humedad, etc.
- Sistemas de conectividad: pueden conectarse a internet mediante estándares de comunicación.
- Procesadores: los dispositivos que permiten la IdC suelen ser “minicomputadores”.
Y el IoT consiste en que esos dispositivos puedan comunicarse entre ellos. Una vez que los dispositivos IoT transmiten información, otro dispositivo la procesa y, entonces, pueden hacerse una infinidad de acciones de forma manual o automática. Por ejemplo: si estamos monitorizando la temperatura de cientos de campos de trigo, cuando el dispositivo IoT de un campo transmita su información se puede ordenar que se active el riego. O incluso nuestros propios teléfonos móviles son también dispositivos IoT.
IoT y el Big Data: Hacia las ciudades Inteligentes
Una de las grandes potencialidades de la IoT es la posibilidad de monitorizar y actuar sobre millones de datos. Y ese funcionamiento a gran escala requiere el procesamiento de información masiva que no puede ser gestionada por personas, sino por el Big Data.
Un ejemplo de Big Data podría ser la gestión que Google hace con nuestros datos. En ese sistema, cada dispositivo que se conecta a Google es un aparato IoT, y al utilizar el buscador de Google ellos recaban información que luego, pueden utilizar, por ejemplo, para ofrecernos publicidad adaptada a nuestras búsquedas.
Otro ejemplo de interacción entre IoT y el Big Data son las ciudades inteligentes. En ese concepto elementos de las ciudades como las casas, coches, personas, semáforos, calles, alumbrado y demás estarían interconectadas mediante dispositivos IoT: mediante el Big Data también podría gestionarse toda esa información para que las luces de las calles vacías se apaguen, saber cuánta gente hay en cada calle, reducir el tráfico, etc.
En la imagen que acompaña puedes comprobar los ejemplos de todo lo ue IoT puede aportar a las ciudades inteligentes.
Ventajas de IoT
Las ventajas de la IoT son claras:
- Permite mejorar nuestra calidad de vida.
- Permite que las empresas puedan aumentar sus ingresos.
Primero, IoT puede hacer nuestra vida más fácil. Y es que gracias a ella podemos desde cerrar sesión en el PC y seguir con lo que estábamos haciendo en el móvil, hasta automatizar el encendido de luces de nuestra casa.
Y también tiene un gran potencial en el mundo empresarial, donde mediante la IoT es posible reducir costes o crear nuevas oportunidades de negocio.
Inconvenientes de Iot
Sus desventajas orbitan en torno a las posibles vulneraciones de la privacidad.
A través de la IoT es posible interconectar millones de dispositivos e intercambiar datos entre ellos. La magnitud de los datos que pueden intercambiarse mediante este sistema de inmensa y, por eso, hay preocupación en torno a la privacidad y control de los mismos. Por ejemplo, nuestros teléfonos móviles pueden recolectar y transmitir nuestra geolocalización cada instante, y si la gestión de datos y privacidad no es la correcta, podría vulnerarse la protección de datos.
Otro ejemplo: imaginad que una aplicación instalada en nuestro teléfono está grabando constantemente lo que decimos sin avisarnos previamente de ello. Esas grabaciones podrían enviarse a otro dispositivo y analizarse mediante Big Data o inteligencia artificial (IA) para ofrecernos, luego, publicidad adaptada a lo que decimos. Mediante infraestructuras fraudulentas como esa sería posible incluso manipular la población de un país mediante publicidad personalizada para influenciar su voto en unas elecciones.
Además, si un gran sistema IoT fuera hackeado, las consecuencias podrían ser catastróficas. Por lo que los sistemas IoT requieren una gran transparencia y estrictos protocolos de seguridad.
El Big Data es la gestión que se hace con todo ese gran y complejo conjunto de datos. Es una disciplina que permite extraer valor de esos grandes grupos de información que provienen, principalmente, de sistemas IdC.