Ejemplo de retrato
"Era una mujer menuda, frágil, llena de entusiasmo y bondad, con un rostro suave y amable. La llamaban SOS por esa razón. Parecía estar pidiendo socorro. En realidad eran las iniciales de su nombre: Soledad Olmedo Sánchez".
Jordi Sierra i Fabra, El asesinato de la profesora de lengua
Ejemplo de etopeya
"Y Sergio, no sé, a Sergio sólo le llevo un año y es un tío callado, muy discreto, nunca se puede adivinar qué está pensando. Pero estar en silencio no molesta, y ser un crío tampoco, así que mi padre no se mete demasiado con ellos".
Nando López, La edad de la ira
Ejemplo de prosopografía
"La chica llevaba una bolsa de lona al hombro, un sombrero metido hasta las cejas, las uñas pintadas de azul y una argolla de plata atravesada en la nariz. Alex se quedó mirándola maravillado, era casi tan bonita como su amor secreto, Cecilia Burns, a pesar de sus pantalones rotosos, sus botas de soldado y su aspecto más bien sucio y famélico. Como único abrigo usaba un chaquetón corto de piel artificial color naranja, que apenas le cubría la cintura. No llevaba guantes. Alex farfulló una respuesta vaga. Su padre le había advertido que no hablara con extraños, pero esa chica no podía representar peligro alguno, era apenas un par de años mayor, casi tan delgada y baja como su madre".
Isabel Allende, La Ciudad de las Bestias
Ejemplo de caricatura
"Ramón era grande y fuerte. Los brazos parecían lonchas de mortadela sin cortar, y sus pies agigantados parecían los troncos de dos árboles viejos que ya han perdido todas sus hojas. Me levantó sin ningún esfuerzo, riendo a borbotones de acuarela amarilla que se derrama, pero mis patas arrastraban por debajo de sus brazos y rozaban el piso".
Luz Estella Rivera
Ejemplo de topografía
"La playa formaba una prolongación del pueblo, constituido por pequeñas casas de madera de no más de dos pisos, que en su mayoría estaban pintadas en amables tonos pastel, con su jardín y su cerca blanca alineada pulcramente, reforzando la impresión de ciudad de casas de muñecas que Max había tenido al poco de llegar".
Carlos Ruiz Zafón, El príncipe de la niebla