1. Ritmo de hemiolia
Como supondrás, el ritmo es un aspecto muy importante en el flamenco. Alguna vez habrás escuchado aquello de “no vas a compás”, refiriéndose a que no estás siguiendo la estructura rítmica del palo determinado (variedades del cante en las que entraremos en el segundo bloque). Este aspecto es importantísimo porque, en una interpretación en vivo, puede suponer un descuadre importante entre un guitarrista y la persona que esté bailando, o entre un percusionista y el/la cantaor/a, por poner algunos ejemplos.
Para clasificar las diferentes estructuras rítmicas que aparecen en el flamenco, nos parece muy acertada la que realizan los hermanos Antonio y David Hurtado Torres en su libro “La Llave de la Música Flamenca”, manual muy recomendable con multitud de ejemplos de precedentes de la música flamenca. En el mismo los dividen en: cantes/toques en ritmo de hemiolia (con diferentes variantes), en ritmo ternario y ritmo binario. Comenzaremos con el de hemiolia.
Quizás sea el de hemiolia el más representativo en el flamenco al encontrarse en palos tan reconocidos como las alegrías, soleá o bulerías. Sin embargo, no es una estructura rítmica que apareciese con el género flamenco. Ya en la Edad Media y, sobre todo, en la España de finales del siglo XVI y principios del XVII, era un recurso muy utilizado en multitud de piezas musicales.
Observa y escucha estos “Canarios” de Gaspar Sanz (1640-1710) en su “Instrucción de música sobre la guitarra española”, uno de los referentes de la guitarra barroca donde ya vemos cómo alterna el “rasgueado” y “punteado” tal como ocurre en el flamenco (no te preocupes, en el apartado “para saber más” daremos unas pinceladas de técnica de guitarra flamenca).
En este vídeo, escucha a partir del minuto dos para apreciar el cambio de acentuación característico de la hemiolia, aunque lo puedes distinguir desde el principio de la pieza:
Por si no has podido apreciarlo, hemos aislado e interpretado el rasgueo con acompañamiento de palmas:
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A continuación, pasamos a realizar un recorrido muy breve por los diferentes ritmos de hemiolia que podemos encontrar, según la clasificación de los hermanos Hurtado Torres:
Primer tipo

Esta estructura, que no solo atañe al ritmo sino también a la armonía (lo estudiaremos en el siguiente punto), se repetiría de forma cíclica como todas las que veremos. También puedes ver que comienza en tiempo débil y termina en el primer pulso del 3/4, que correspondería al primer silencio que hemos visto en este compás de amalgama (recuerda: la suma de dos o más compases). Escucha está soleá e intenta seguir la estructura rítmica que se repite. Hemos introducido elementos percusivos para diferenciar los acentos de inicio de compás:
(CC BY-NC-SA) .
Segundo tipo

Este tipo de hemiolia se relaciona con la Jácara, danza muy extendida durante el siglo XVII en nuestro país que iba asociada a una estética muy concreta (como, en ocasiones, ocurre con el flamenco), en la que la pareja realizaba su baile sin tocarse como podemos ver, por ejemplo, en las sevillanas. Sin embargo, en este ritmo, que también empieza en tiempo débil, se han encuadrado palos como las seguiriyas, serranas o livianas.
Escucha este ejemplo del compositor Antonio Santa Cruz (activo en torno al año 1700) y, aunque no seas capaz de reconocer aún auditivamente en qué momento específico encontramos la estructura rítmica indicada, sí que intenta apreciar los cambios de acentuación propios:
Escucha ahora este compás de seguiriya:
¿Aprecias el acompañamiento percusivo? Es la subdivisión de cada pulso. Como también habrás comprobado, cierra en el primer compás del 3/4 que corresponde al primer pulso del inicio de la estructura. Esta subdivisión es importante para entender el reloj flamenco que hemos mencionado anteriormente y su representación, en la que profundizaremos en el siguiente bloque:

Tercer tipo

Este tipo de hemiolia la podemos encontrar, por ejemplo, en los Canarios de Gaspar Sanz que daban inicio a este apartado. Vuelve a escucharlos si lo crees necesario. Esta estructura es utilizada en bulerías, peteneras o guajiras. Recuerda también el ritmo de petenera que hemos transcrito al principio. En este caso, y para facilitarte la discriminación auditiva de este patrón que, igualmente, se repite de manera cícilica, hemos interpretado el compás de una guajira flamenca de forma muy sencilla. Intenta escucharla siguiendo la estructura rítmica:
Para su mayor comprensión, aquí tienes el ritmo transcrito:
