1. Reflexiona
Escucha atentamente estas tres versiones del mismo fragmento musical. Trata de describir qué está ocurriendo y qué sentimiento te produce cada audio (tranquilidad, alegría, euforia, pena, relajación...).
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Retroalimentación
Acabas de escuchar el principio de la Bourrée de J.S. Bach, perteneciente a la suite en Mi menor BWV 996. Como habrás podido apreciar, el primer audio va a un tempo constante. En el segundo acelera poco a poco el tempo, y en el tercero hace justo lo contrario. En el caso del cuarto corte, va fluctuando el tempo, cogiendo de una parte para quitárselo a otra (más adelante veremos el término exacto para este recurso). Cambia la sensación que transmite, ¿verdad? Incluso ocurre al principio de cada audio al ir cada corte con un tempo distinto.
Los cambios de tempo o velocidad (acelerar, frenar, tocar con libertad,...) son tremendamente importantes a la hora de dotar de expresividad una pieza. No solo es fundamental establecer dicho al tempo al comienzo de la obra, sino que durante ésta pueden ocurrir cambios de velocidad que van a influir en su expresividad, en la belleza, el sentimiento o mensaje que queramos transmitir.