1. Cómo fijar el tempo de una obra
Tal y como viste en la primera situación de aprendizaje, el tempo, aire o movimiento de una pieza musical, hace referencia a la velocidad con la que se debe interpretarse dicha obra. A la hora de fijar el tempo inicial, recuerda que puedes emplear los siguientes elementos:
Términos italianos
Es en el Barroco cuando empiezan a aparecer progresivamente indicaciones de tempo al comienzo de las partituras (aunque ya en el Renacimiento algún compositor empleara algunas indicaciones, como verás cuando hablemos de la evolución de la agógica). Esas indicaciones se hacen usando mayoritariamente términos italianos, ya que los compositores italianos de la época tenían gran fama y trabajaban por toda Europa, por lo que el italiano quedó casi establecido como idioma "oficial" de la música.
Al principio estos términos eran muy imprecisos, pero poco a poco fueron ampliándose y estandarizándose (hasta cierto punto, aún hoy día no existe unanimidad a la hora de emplear algunos, y te puedes encontrar con clasificaciones diversas). Sin embargo, al no existir en esa época mecanismos precisos de medida del tempo, sólo servían para hacerse una idea aproximada. Los términos más empleados, con su velocidad estimada, son los siguientes (ppm es la breviatura de pulsos por minuto):
TÉRMINO | SIGNIFICADO Y VELOCIDAD APROXIMADA |
Largo | Extremadamente lento (40 ppm o menos) |
Grave | Muy lento (sobre 50 ppm) |
Lento | Lento (40-66 ppm) |
Adagio | Despacio (66-76 ppm) |
Andante* | Caminando (76-108 ppm) |
Moderato | Moderaro (108-120 ppm) |
Alegro | Alegre (120-140 ppm) |
Vivo/Vivace | Rápido (140-168 ppm) |
Presto | Muy rápido (168-200 ppm) |
Prestissimo | Extremadamente rápido (más de 200 ppm) |
* En el Barroco se tomaba Andante como referencia, comparándolo con la velocidad de los pasos de una persona con un andar normal.
Además, existen 3 sufijos que modifican a algunos de los términos anteriores:
- -etto/-ino: estos diminutivos se podrían traducir como "un poco menos rápido/lento que ..." Así, adagietto sería "un poco menos lento que adagio", y Andantino se interpretaría como "un poco menos lento que andante".
- -issimo: trasforma al término en un superlativo. Puede interpretarse como "bastante más rápido/lento que..." Prestissimo se tocaría "bastante más rápido que presto", mientras que Lentissimo sería "bastante más lento que lento".
Como ves, en general son términos bastante imprecisos, pero que nos dan una idea de la velocidad que debe llevar la obra. En la siguiente imagen puedes ver el manuscrito con el comienzo del segundo movimiento de la Pequeña Serenata Nocturna, de W. A. Mozart. Se observa la indicación Andante que Mozart incluyó al comienzo:

Indicaciones metronómicas

(CC BY-NC-SA)
El metrónomo fue inventado por Winkel en 1812 (aunque quien lo patentó y se llevó la fama fue Maëlzel en 1816). Gracias a este aparato, ya era posible medir el tempo de forma precisa, por lo que no es de extrañar que muy rápidamente fuera adoptado por compositores de prestigio como Beethoven.
Básicamente, un metrónomo mecánico (los hay digitales e incluso virtuales), es un mecanismo pendular de cuerda, en el que una barra va basculando de un lado a otro a una velocidad constante. Por encima del eje de giro lleva un peso móvil. Cuanto más hacia arriba se sitúe, más fuerza tiene que hacer el mecanismo para mover la barra del péndulo, y, por tanto, éste se moverá más lentamente. Cuanto más se baje el peso, menos resistencia tendrá el mecanismo y más rápidamente se moverá, marcando una velocidad mayor del tempo.
La barra tiene una serie de marcas que indican dónde hay que colocar el peso para que el péndulo oscile a la velocidad indicada en la placa serigrafiada situada detrás. Esta placa no sólo nos muestra las velocidades exactas, sino que también incluye los indicadores de tempo más habituales, e incluso, en ocasiones, los rangos de velocidad habituales de dichos indicadores (Adagio 66-76, por ejemplo).
También suelen tener en su parte superior una muesca en la que encajar la barra del péndulo para que de esta manera esté en reposo y no se mueva.
En modelos más avanzados, incluye un mecanismo que acciona una campanita cada 2, 3 ó 4 pulsos, marcando de esta manera el tiempo fuerte de cada compás (arsis).

Para indicar la velocidad de metrónomo a la que hay que interpretar una obra o una parte de la misma, se sitúa sobre el pentagrama la figura musical que queremos establecer como unidad de medida y, separada por el signo =, un número, que nos indica cuántas veces por minuto tiene que interpretarse dicha figura. Esto recibe el nombre de indicación metronómica. Si el compositor quiere darle algo de flexibilidad al intérprete, puede añadir la palabra circa (abreviado ca.) a la indicación metronómica, indicando que esa velocidad es aproximada, no tiene que ser exacta.
En la imagen de ejemplo, puedes ver que para interpretar correctamente la partitura, habría que marcar en el metrónomo una velocidad de 88 ppm, y esa sería la duración de las negras. Como figura de referencia, puedes emplear la que más se adecúe a la obra: negras, blancas, corcheas, figuras con puntillo...
También puedes emplear una combinación de ambos elementos, e incluso algún término italiano que te permite no sólo indicar el tempo preciso, sino además dar indicaciones acerca del carácter de la obra. Este concepto, precisamente, vas a verlo en la siguiente página.
