Resulta evidente que el conocimiento de los números, sus distintos conjuntos y diversas formas de expresión es algo inherente a las matemáticas. Los números son, a decir verdad, la génesis de las mismas y la base sobre la que descansa, no sólo el resto de conocimiento matemático, sino cualquier ciencia, ya que aportan  rigurosidad y precisión. Los números son, por lo tanto, una rama fundamental de las matemáticas que el estudiante debe conocer. No en vano, aparecen a lo largo de toda la etapa educativa.

Siendo todo lo anterior cierto, no lo es menos que el estudio de los números suele resultar árido y tedioso para el estudiante. Esto, sin embargo, no es de extrañar, porque para su buen conocimiento y uso se hace necesaria una importante cantidad de tiempo y esfuerzo, más aún cuando hablamos de  un nivel en el que se estudian números en notación científica, números irracionales y logaritmos. Todo ello con sus diversos cálculos y propiedades. El compendio de conocimientos comienza a ampliarse y el estudiante, a menudo, se ve sobrepasado por la cantidad de información.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, en esta secuencia didáctica se ha tratado de imbricar la parte teórica (absolutamente necesaria) con la práctica. Por eso, comenzando por recordar los cálculos y propiedades de las potencias, a partir del estudio de la notación científica, irracionales y logaritmos se propone la elaboración de una serie de prácticas o ensayos (relacionados con física, química, astronomía…) que los estudiantes deben preparar. Eso significa que deben realizar un trabajo de investigación- Para ello, se les propone el omnipresente Internet pero, también, se les pide que pregunten a los docentes de las demás asignaturas: Física, Biología, Tecnología… Abundando así en la idea del trabajo interdisciplinar y, como no, en la presencia y utilidad de los números mucho más allá de las matemáticas.

Finalmente, destacar que como trasfondo de esta aventura por los números y sus múltiples usos, se ha tomado una historia real: la expedición de la Kon-Tiki. Esta expedición comandada por el científico y aventurero Thor Heyerdahl en compañía de otros 5 tripulantes atravesó el Pacífico en una balsa con la intención de demostrar que las islas del Pacífico Sur fueron pobladas por los antiguos habitantes de América meridional. Con esta aventura el estudiante descubrirá cómo las matemáticas y, en general, la ciencia pueden resultar no sólo útiles sobre el papel, sino que pueden ser la excusa de apasionantes aventuras.