4.1. Compás
2. El acento y el compás
Al igual que en el lenguaje ponemos más fuerza o énfasis a las sílabas que conforman las distintas palabras, en el lenguaje musical hacemos lo mismo dándole relieve a determinadas notas, fundamental para estructurar e interpretar las ideas musicales. Por otro lado, el sistema del que disponemos en lenguaje musical para dividir el tiempo en partes iguales es el compás. En estas partes iguales, que quedarán delimitadas por las líneas divisorias, encontraremos esos acentos. En definitiva, el compás es la estructura métrica de una pieza musical donde encontraremos las distintas unidades de tiempo o figuras.
Y, ¿cómo se representa? Tendrás que tener en cuenta las dos imágenes siguientes:


Es decir, en un compás de 4 por 4, el numerador nos indica que en cada compás caben 4 figuras. El denominador nos dirá que son negras, ya que en cada redonda caben 4 negras.
Otro ejemplo: en un compás de 6 por 8, el numerador nos indica que hay que coger en cada compás 6 figuras. En este caso, el denominador nos remite a la corchea, ya que en cada redonda caben 8 corcheas.

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3. Ejercicios de autoevaluación
Según lo visto anteriormente, en el siguiente ejercicio tendrás que arrastrar la indicación de compás al compás correspondiente:
4. Tipos de compases
Los distintos compases los podemos dividir según el número de pulsos de cada compás:
- Binarios: 2 tiempos, donde el primer pulso sería fuerte, y el segundo débil.
- Ternarios: 3 tiempos, donde el primer pulso se interpretaría fuerte, y el segundo y el tercero débil.
- Cuaternarios: 4 tiempos, donde el primer pulso es fuerte, el segundo débil, el tercero semifuerte y el cuarto débil. Cuando hablamos de “semifuerte”, nos referimos a que es más débil que el primero, pero más fuerte que los otros dos.
Por otro lado, también los clasificamos según las partes en las que se subdivide cada pulso, teniendo compases de subdivisión binaria (simples) y ternaria (compuestos), según podamos dividir cada pulso en dos o tres figuras. En la siguiente tabla resumen indicamos también los tiempos fuertes y débiles que hemos mencionado anteriormente.

Existen dos conceptos muy sencillos pero que tienes que tener también en cuenta. Son los de unidad de compás y unidad de parte:
- La unidad de compás es la figura que ocupa todo el compás. En el caso de un 2/4, la blanca. Si estuviésemos en un 6/8, sería la blanca con puntillo.
- La unidad de parte es la figura que ocupa una parte o tiempo del compás. Por ejemplo, como puedes ver arriba el compás de 3/4 tiene tres partes o tiempos, siendo su unidad de parte la negra. En el caso del 9/8, sería la negra con puntillo.
Aparte de los compases simples y compuestos, tenemos los irregulares. Los compases de métricas irregulares normalmente se suelen agrupar (o subdividir) en grupos de notas (no iguales), donde cada uno de ellos lleva su correspondiente acento en la primera nota para diferenciar los grupos, pero esos grupos de notas no equivalen a compases distintos o suma de ellos.
Si dividimos un 5/4 en grupos de 3+2 por ejemplo, no quiere decir que estemos tocando un 3/4+2/4, es simplemente una indicación de dónde van los tiempos fuertes del compás, de dónde queremos que vaya el acento y así se hace más fácil tener presente dónde caen los tiempos fuertes. Este tipo de compases pueden encontrarse en música tradicional húngara, búlgara, mediterránea y en el ámbito de la música moderna especialmente en el rock progresivo.
En el ejemplo del conocidísimo “Take Five” intenta contar los 5 tiempos y aprecia cómo el primero y el tercero tiene un acento más fuerte que el resto.

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5. Para saber más
A veces te podrás encontrar piezas musicales que carecen de pulso, es decir, no poseen sucesión ordenada de tiempos fuertes y débiles. Son aquellas que tienen ritmo libre, como es el caso, por ejemplo, del canto gregoriano. Escucha la siguiente audición y percibe cómo el ritmo va en función del texto, sin seguir un compás determinado:
Hemos puesto este ejemplo en concreto porque tiene su historia. En el siglo XI, el monje y teórico musical italiano Guido D’ Arezzo tomó la primera sílaba de cada verso de este himno dedicado a San Juan Bautista para darle nombre a las notas musicales. No sería hasta el siglo XVII cuando se sustituyó la sílaba “ut” por “do”.
6. Síncopa y contratiempo
Como habrás visto en la tabla en la que hablábamos de los distintos compases simples y compuestos (binarios y ternarios), no solo cada pulso puede ser fuerte o débil según el tipo de compás que tengamos, sino que dichos pulsos los podemos dividir a su vez en fracciones fuertes y débiles. Es lo que antes mencionamos como subdivisiones. El criterio sería el mismo que para los pulsos: primero fuerte y el segundo débil. Por ejemplo:


Como tantos otros recursos de los que disponemos para enriquecer nuestras composiciones, podemos reforzar los tiempos débiles mediante la síncopa y el contratiempo, y romper la acentuación natural que indicamos mediante los distintos compases al principio de la partitura.
La síncopa es una nota que comienza en un tiempo o fracción débil y se prolonga al tiempo o fracción fuerte inmediata. Se puede formar por una sola nota o por dos notas ligadas. Escucha el siguiente ejemplo con su respectiva partitura donde tienes redondeadas las distintas síncopas para que puedas reconocerlas:

Un recurso parecido a la síncopa es el contratiempo, donde el sonido pretende acentuar el tiempo débil pero, en este caso, sin prolongarse al tiempo o subdivisión fuerte. Se utiliza un silencio en los tiempos fuertes para enfatizar aún más la rotura de la acentuación natural. Escucha el siguiente ejemplo en el que hemos dejado el metrónomo para que entiendas el efecto que se persigue:

7. Para saber más
Hablando de acentuación, es interesante que también conozcas el concepto de anacrusa, que es una herramienta de la que nos valemos a la hora de componer para dar comienzo al discurso musical. En este caso, tenemos una o varias notas sin acento que preceden al primer tiempo fuerte de la pieza musical. ¿Eres capaz de reconocer a qué película corresponde este comienzo?

Retroalimentación
El fragmento corresponde al tema principal de la película Harry Potter, compuesto por el celebérrimo John Williams, también creador de la banda sonora de películas como Jurassic Park, Indiana Jones o Star Wars.
8. Importante
Acentos
Como en el lenguaje, utilizamos acentos para estructura e interpretar ideas musicales.
Compás
El uso regular de los acentos da lugar al compás, el cual divide el tiempo en partes iguales para incluir las distintas unidades de tiempo o figuras.
Tipos
- Por el nº de pulsos de cada compás, tenemos compases binarios, ternarios y cuaternarios.
- Según las partes en las que se divide cada pulso, tenemos compases de subdivisión binaria (simples) y ternaria (compuestos). También podemos encontrar los irregulares.
Reforzar tiempos débiles
Para romper la acentuación natural de los compases, utilizamos recursos que refuerzan tiempos débiles como la síncopa o el contratiempo.
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