Radioterapia
L
as
radiaciones
ionizantes pueden ser electromagnéticas o por partículas y
producen una destrucción tisular. La radiación electromagnética
incluye los rayos gamma, una forma de emisión radioactiva, y los
rayos
X, que se producen cuando un haz de electrones impacta en un metal pesado. La
radiación de partículas incluye haces de electrones, protones, neutrones,
partículas alfa (núcleos de helio) y piones. La sensibilidad de los tumores a
las radiaciones es muy variable. Son tumores sensibles aquellos cuya sensibilidad es
superior a la de los tejidos vecinos normales. Cuando tales tumores son además accesibles
los tumores superficiales o los tumores en órganos como el útero en el que se
puede introducir una fuente de radiación pueden ser curados mediante radioterapia.
La propiedad de la radiación de respetar hasta cierto punto los tejidos normales
permite el tratamiento de tumores en localizaciones donde no es posible la cirugía por la
proximidad de tejidos vitales o porque el tumor ha empezado a infiltrar estructuras
adyacentes que no pueden ser sacrificadas. La radioterapia también se emplea con
frecuencia como tratamiento paliativo, sobre todo en las metástasis. La
radioterapia puede ser útil como coadyuvante a la quimioterapia
y a la cirugía. La radiación preoperatoria puede esterilizar las
células tumorales con rapidez, impidiendo su diseminación en el acto quirúrgico.
También puede disminuir la masa tumoral facilitando la cirugía, o transformando un tumor
inoperable en otro operable. En otros casos la radioterapia se emplea en el
postoperatorio.
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