Quimioterapia
Consiste en la utilización de
fármacos para el tratamiento del cáncer. Puesto que los fármacos se
distribuyen en el organismo a través del sistema circulatorio, la quimioterapia es
útil para aquellos tumores cuya diseminación los hace inaccesibles a la cirugía o a la radioterapia. Existen
multitud de fármacos anticancerosos, la mayor parte de los cuales actúan interfiriendo
la síntesis o función del ADN. Por tanto las células en división son más
sensibles a la quimioterapia. El tejido canceroso tiene una mayor proporción de células
en división que los tejidos normales (en los que las células de soporte o de relleno
están en una fase quiescente y son por tanto resistentes a los efectos del fármaco).
Dentro de los tejidos normales, los que tienen una tasa de proliferación más rápida son
la médula ósea y las células de recubrimiento del tracto gastrointestinal. Son los dos
tejidos más sensibles al efecto de la quimioterapia y de la lesión de éstos depende la
toxicidad, que limitará la máxima dosis tolerable de los fármacos anticancerosos. Para
que el tratamiento sea efectivo, la sensibilidad del tumor debe ser superior a la del
tejido normal más sensible. Mientras algunos tumores son varias veces más sensibles,
otros sólo son ligeramente más sensibles. Por fortuna, las células de la médula ósea
pueden dividirse a mayor velocidad que las células malignas y por tanto se recuperan con
mayor rapidez. Si se repite un ciclo del fármaco en este momento, el tumor no ha tenido
tiempo de crecer demasiado. Los ciclos repetidos reducen de forma paulatina el tumor antes
de la aparición de resistencias. La sensibilidad de ciertos tumores a la quimioterapia es
tal que es posible la curación en un alto porcentaje: esto sucede en el cáncer uterino,
las leucemias agudas (sobre todo en los niños); la enfermedad de Hodgkin y los linfomas
difusos de células grandes; el carcinoma de testículo; el carcinoma de ovario; los
carcinomas de células pequeñas del pulmón, y gran parte de los cánceres infantiles.
Muchas veces estos procesos cancerosos se han diseminado en el momento del diagnóstico y
no existe otra opción terapéutica. Otros cánceres avanzados tienen buena respuesta a la
quimioterapia y pueden ser controlados durante periodos prolongados, por lo que se utiliza
con frecuencia como tratamiento paliativo.Los dos principales problemas que
limitan la utilización de la quimioterapia son la toxicidad
y la resistencia. Las técnicas que evitan o
controlan la toxicidad y disminuyen el riesgo de resistencias se han ido perfeccionando.
Es importante la instauración precoz del tratamiento,
la utilización de dosis óptimas del
fármaco, la repetición de los ciclos con intervalos cortos
si es posible, siempre que se permita la recuperación del paciente de los efectos
tóxicos.
Es eficaz la utilización de múltiples fármacos. Los protocolos de quimioterapia utilizan diferentes fármacos (a menudo 3 a 6 al mismo tiempo), cada uno de los cuales es eficaz de forma aislada. Se combinan fármacos con diferentes mecanismos de acción para evitar la aparición de resistencias cruzadas, y con diferentes tipos de toxicidad para poder emplear la dosis óptima de cada fármaco, sin producir toxicidad aditiva que puede resultar fatal.
Se puede utilizar la quimioterapia junto a la cirugía o a las radiaciones en la denominada terapia combinada. Muchas veces se utiliza como tratamiento coadyuvante cuando la cirugía es la principal modalidad terapéutica. Suele administrarse tras la cirugía. Esta terapia es muy eficaz en el cáncer de mama. El objetivo principal de la quimioterapia como coadyuvante es la eliminación de las micrometástasis que pudieran existir previamente a la cirugía. Es más reciente la utilización de la quimioterapia previa a la cirugía como tratamiento coadyuvante, que puede además reducir la masa del tumor y facilitar su operabilidad.
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