Gonzalo le encanta escribir mensajes a sus amigos con muchos emojis; sin embargo, a veces, no logran entenderlo. ¿Eres capaz de asociar cada sentimiento/ emoción a cada secuencia de emojis?

Más abajo encontrarás varias secuencias de emojis que debes relacionar con cada uno de estos fragmentos:

Fragmento 1.

Ya veía la línea de meta y escuchaba el ruido… ¡Decían mi nombre! ¡Iba el primero!

Fue algo increíble, me sentía orgulloso de haberlo podido hacer. Llegué a la meta y me fundí en un largo abrazo con mi familia. Estaba empapado y no se notaba que estaba llorando de emoción. Es la primera vez que gano un premio así. 

Después de pasar el día celebrando mi victoria, cené y me acosté. estaba muy cansado.

Fragmento 2.

Al día siguiente, empecé a sentir escalofríos, con tanta lluvia, me había enfriado y me dio fiebre. Empecé a estornudar y a echar mocos… estaba resfriado.

Fragmento 3.

Cuando llegué, saludé a todos mis amigos y amigas del grupo de atletismo. Estábamos todos muy excitados con el corazón a mil por hora. Me fui a un rinconcito para relajarme un poco. Necesitaba concentrarme. Mamá me llamó, llegó el momento. Todos nos colocamos en la línea de salida… 3...2...1… Empecé a correr con todas mis fuerzas, todos íbamos a la par. A los pocos minutos, mi amiga Paula empezó a sobresalir del grupo. ¡Va a ganar! -pensé. 

De pronto, empezaron a caer unas gotas, el día se había nublado. La lluvia se hizo más espesa e incluso sonó un trueno. Estábamos todos empapados. A pesar de las dificultades, corrí con todas mis fuerzas. Estaba tan concentrado que pasé a Paula y ni me enteré.

 Fragmento 4.

Aunque estaba malito, seguía emocionado y feliz de haber ganado la carrera. Gracias a eso y a la buena alimentación, logré superar mi resfriado. Es muy importante comer frutas y verduras, nos aportan vitaminas y hacen que mejoremos antes.

El sol volvió a salir y un gran arcoiris multicolor decoró la ventana de mi habitación.

Fragmento 5. 

Querido diario, 

El domingo pasado fue el día de la tan esperada carrera: mi primera maratón. Estaba súper emocionado. Hacía un día espectacular. Me levanté temprano, desayuné muy bien y papá y mamá me llevaron. En el coche, de camino al estadio, sentía que me temblaban las piernas de los nervios. Había  entrenado mucho, me había preparado muy bien  para dar lo mejor de mí mismo. Me hacía mucha ilusión ganar.