Cuando entramos en el Ciclo de Vida del Software para desarrollar aplicaciones, hay que tener en cuenta todas las fases que hemos conocido en este recurso: el inicio del proyecto que nos encarga un cliente es la fase de Planificación en la que obtendremos como resultado el Diagrama de Casos de Uso que nos muestra las especificaciones funcionales y técnicas. Con este documento pasamos a la fase de Análisis, en la que los analistas del Equipo de Desarrollo se encargan de especificar los detalles. Tras ello, entramos de lleno en la etapa de Diseño. Para almacenar los datos de las aplicaciones, estas trabajan con Bases de Datos, y dentro de ellas las más comúnmente utilizadas son las relacionales. Existen otros tipos de bases de datos que utilizan otras estructuras, como las NoSQL que muestran su potencial en el trabajo con Big Data. En las bases de datos relacionales que hemos conocido exiten tres niveles de diseño: El Diseño Conceptual, que da lugar al modelo E-R en el que especificamos entidades, atributos y relaciones, el Diseño Lógico, en el que especificamos las tablas, y el Diseño Físico, donde implementamos la base de datos, aunque este último corresponde a la fase de Implementación del software. La aplicación ya codificada entra en la fase de Pruebas, donde realizamos pruebas de caja negra o caja blanca, para finalmente encargarnos del Mantenimiento en los equipos de trabajo del cliente. A continuación dispones de un resumen de todos estos aspectos que acabas de trabajar:
