Defensas del hospedador ante los virus: respuesta inmunitaria

La mayoría de los virus son buenos antígenos e inducen tanto anticuerpos neutralizantes como mecanismos de inmunidad determinados por células. La inmunidad celular parece jugar un papel más importante que los anticuerpos humorales en la protección frente a ciertos virus, tales como los poxvirus y los virus con envoltura. Sirve también para eliminar células del hospedador que han adquirido nuevos antígenos de superficie como resultado de albergar virus latentes o los genomas de virus tumorales.

La respuesta inmunitaria determinada por células pone en juego no sólo una mayor actividad de los macrófagos, sino también un nivel más elevado de producción de interferón, dado que los linfocitos activados por un antígeno liberan interferón. Para ser altamente virulento, un virus debe poseer, por lo tanto, las propiedades siguientes:

  1. no debe ser neutralizado por anticuerpos dirigidos contra él (es decir, debe unirse a las células hospedadoras y penetrar en ellas aun cuando vaya recubierto por el anticuerpo), o bien debe ser un inductor pobre de la síntesis de anticuerpo
  2. debe ser capaz de multiplicarse, o al menos resistir la destrucción, dentro de la célula fagocitaria
  3. debe ser capaz de resistir la acción del interferón o bien ser un mal inductor del mismo.

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