Defensas del hospedador: interferón
Prácticamente todas las células animales, pero especialmente las de la medula ósea, del páncreas y los macrófagos son inducidas por la infección vírica a sintetizar y secretar una proteína que interfiere con la multiplicación del virus. Esta proteína, llamada interferón, interfiere con la multiplicación de todos los virus, no sólo con los del tipo que indujo su formación. Diferentes especies animales producen interferones diferentes, que protegen a las células de la misma especie animal de una manera mucho más efectiva que a las células de una especie distinta.
Las células animales pueden ser inducidas a sintetizar interferón mediante RNA bicatenario, pero no por ninguna otra forma de ácido nucleico. Como todos los virus RNA producen intermediarios bicatenarios durante su replicación, su capacidad para inducir síntesis de interferón es fácil de explicar. Los virus DNA pueden también hacer que se produzca algo de RNA bicatenario, aunque no se sabe que esto sea necesario para su replicación o maduración. De hecho, tal RNA bicatenario ha sido encontrado en células infectadas con el virus vacunal (un virus DNA) y es efectivo en la inducción de interferón.
El interferón no actúa directamente inhibiendo la multiplicación del virus; más bien induce la formación de una segunda proteína llamada proteína antivírica, que es el verdadero inhibidor. El interferón induce la síntesis de proteína antivírica no sólo en la célula en que es sintetizado, sino también en las células circundantes a las cuales se difunde. Su campo de actividad en la defensa del hospedador se amplía, así grandemente.
La proteína antivírica parece inhibir la multiplicación del virus bloqueando la traducción del RNA mensajero del virus a proteínas víricas, lo cual podría explicar su capacidad para proteger tanto contra virus RNA como contra virus DNA.