Enfermedades causadas por la ingestión de cistos de protozoos
Dentro de cada uno de los principales grupos de protozoos hay patógenos que son transmitidos por la ingestión de cistos (células de reposo con gruesas paredes). Cuatro de estos patógenos Entomoeba histolytica, Giardia lamblia, Baluntidium coli y especies de Isospora son parásitos del tracto gastrointestinal; tienen ciclos biológicos relativamente sencillos que comprenden un estado proliferativo (trofozoítos) y un estado de cisto. Los cistos pasan a través de las heces al ambiente externo, en donde sobreviven y contaminan los alimentos y el agua.
Los cistos de Toxoplasma gondii pueden ser transmitidos por diferentes vías. Se encuentran en el tejido del músculo esquelético de ovejas y cerdos, por lo que la ingestión de carne incompletamente cocinada puede ser una fuente de infección. Los cistos de toxoplasma han sido observados también en los alvéolos pulmonares, por lo cual la inhalación de polvo contaminado puede ser un segundo medio de transmisión. Se ha visto recientemente que los gatos domésticos forman otro reservorio de este organismo y que liberan cistos en sus heces. La ingestión o inhalación de cistos a partir de esta fuente es, probablemente, una importante causa de infecciones en el hombre.
En los protozoos parásitos del intestino se han descubierto dos nuevos mecanismos por los que dañan al hospedador. Giardia lamblia tiene un «disco de succión» en su superficie ventral, mediante el cual se fija al epitelio intestinal del hospedador (ver foto más arriba). En las infecciones graves, la superficie interna de intestino delgado superior puede quedar totalmente cubierta de parásitos fijados sobre ella, causando así el bloqueo mecánico de la absorción de grasas, una deficiencia responsable de algunos de los efectos patológicos de la infección.