Conclusiones e implicaciones
La enfermedad produce en quien la padece no sólo dolores y problemas físicos, sino también psicológicos y sociales, principalmente en los casos en que la enfermedad conlleva la hospitalización del enfermo. De hecho, cuando una persona se ve incapacitada por una seria enfermedad y va a un hospital... para un apoyo inicial de emergencia, no sólo se encuentra severamente debilitado por problemas fisiológicos, sino que todo su ajuste psicológico se encuentra en un difícil trance. Se enfrenta a una repentina finalización de su habitual estilo de vida, que de pronto ha quedado fuera de su control. Sufre dolor, extraños síntomas y una temida disrupción de los procesos fisiológicos. Teme empeorar e incluso morir. Tiene que dejar su futuro inmediato en manos de los "expertos", a la mayoría de los cuales no los había visto antes. Todo ello le supone una ruptura con su familia, con sus amigos y su trabajo... En consecuencia, el enfermo no sólo va a necesitar un tratamiento físico, sino también psicológico y social. Desde hace unos años, pocos, se ha empezado a subrayar cómo las perspectivas teóricas específicas y los hallazgos de investigación en Psicología Social pueden ser valiosas para los clínicos en empresas terapéuticas.
Por otra parte, en cuanto al reconocimiento del contexto social de la enfermedad, debemos tener en cuenta que toda enfermedad se produce como consecuencia de unas defectuosas y viciadas relaciones del individuo con su medio y, muy frecuentemente, con su medio social: amigos, familia, compañeros de trabajo, novio/a, etc. O sea, que las enfermedades no serían sino disfunciones relacionales, lo que implica que en el proceso de curación de tales enfermedades también van a ser cuestiones centrales las relaciones que el enfermo mantenga con quienes le rodean, principalmente sus cuidadores (médicos, enfermeras, etc.). Y es que la enfermedad física no puede ser contemplada única y exclusivamente desde un ángulo biológico, aun cuando pueda ser éste un modo preferente de consideración, habida cuenta que el estado de enfermedad se caracteriza por una serie de factores biológicos que pueden ir desde la elevación de la temperatura hasta la proliferación anormal de células. La enfermedad se produce en un contexto psicosocial, pudiendo establecerse ciertas conexiones entre los modos en que los individuos se relacionan con su medio interpersonal, cultural y social, y la aparición de la enfermedad. Por otra parte, el enfermo a su vez, tiene amplias repercusiones en ese medio, al implicar una transformación precisamente en tales modos de relación. Por consiguiente, y resumiendo parte de lo que hemos dicho, en el proceso de curación de una enfermedad van a jugar un papel fundamental una serie de procesos psicosociales que tiene que ver particularmente con las relaciones interpersonales del enfermo, como son sus relaciones con los profesionales sanitarios que le están cuidando, la calidad de los procesos de comunicación con ellos, etc. Unas buenas relaciones con el personal sanitario aumentarán la satisfacción del enfermo, lo que implicará una considerable reducción de su ansiedad y estrés, reducción que incrementará la eficacia del tratamiento médico.
Ahora bien, la mejora de las relaciones entre el médico y el enfermo puede potenciarse de diferentes maneras, pero principalmente a través del entrenamiento en habilidades sociales. Tal entrenamiento consigue que el enfermo y sobre todo el profesional de la salud sean más eficaces en sus capacidades interpersonales, mejorando sus habilidades de comunicación verbal, su asertividad, sus aptitudes perceptivas, principalmente para captar e interpretar adecuadamente las señales no verbales procedentes de su interlocutor, generalmente el paciente, etc. En todo ello, obviamente, la colaboración del psicólogo social con los profesionales sanitarios es no sólo útil sino incluso, imprescindible. Y es que cada día se demuestra más nítidamente la necesidad de una plena integración de la perspectiva psicosocial dentro de las disciplinas que, como la Medicina o la Enfermería, se ocupan de la salud de los ciudadanos.