Proyecto de educación afectiva en infantil y primaria“El baul de las emociones”Porque creemos en la educación emocional como base de la educación en valores y sus repercusiones en el desarrollo personal y en las relaciones interpersonales. Porque el potencial de modificabilidad que posee el niño-a de infantil debe ser aprovechado para enriquecer al máximo sus capacidades físicas, motivacionales, afectivas y sociales. Porque pensamos que es conveniente ser conscientes y actuar sobre procesos afectivos, emocionales y relacionales que ocurren en el aula y en el desenvolvimiento de los niños-as en ellos Y por último, porque compartimos la idea de que la diversidad emocional está implícita en el hecho mismo de ser personas y por tanto no afecta sólo a niños y niñas sino también a los adultos que convivimos en el espacio educativo: De este modo , nace este grupo de trabajo con dos cursos de estudio y experimentación a sus espaldas y que al poco tiempo de su creación amplía su campo de acción hacia el desarrollo de nuestras propias habilidades y capacidades personales para abordar ciertas áreas formativas relacionadas con la educación sentimental. El concepto del que partimos es el de diversidad como enriquecimiento y no como barrera, pues nos iniciamos en el respeto hacia el sentir ajeno y nos implicamos en encontrar estrategias educativas que favorezcan un clima afectivo de cooperación y confianza donde aprendamos a “ser sensible al otro”. Bases TeóricasObjetivos
Contenidos
Dinámica de trabajo
Nuestra mayor satisfacción sería comprobar cómo los niños y niñas aplican en la vida diaria lo que aprenden en clase, cómo mucho de lo aprendido les ayuda a sentirse mejor y estimula a la vez un crecimiento personal que favorezca ante todo su singularidad y equilibrio y que además les ayude en sus relaciones interpersonales. La inteligencia emocionalSegún Heyer y Geher (1966) es la habilidad para regular reflexivamente las conductas emocionales de tal modo que favorezca el crecimiento intelectual y emocional. La inteligencia emocional se sustenta en la amplitud de la emotividad personal; en la fluidez emocional; en la regulación de los estados de ánimo, en la integración entre afecto y cognición. Si es un hecho que la inteligencia académica es modificable y la escuela es el lugar idóneo para impulsar mejoras intelectuales, de igual manera, pensamos que los primeros años de educación formal son los mejores para impulsar el desarrollo de la inteligencia emocional como algo determinante en el desarrollo de la persona. Al plantearnos incluir el matiz emocional en las aulas, tenemos que partir del respeto a los sentimientos individuales y de la búsqueda de contextos de comunicación y modelos educativos que favorezcan un clima afectivo y donde se tengan en cuenta también los sentimientos. Se trata de saber qué sentimos y qué hacemos con lo que sentimos.Esta introducción nos obliga a la revisión de algunos aspectos que inciden de forma directa en la atención a las emociones y en el favorecimiento del clima afectivo mediante actitudes, climas y modos de interactuar:
La inteligencia emocional,. según ( Saturnino de la Torre de la U. De Barcelona) es realmente la que determina actos y decisiones importantes de la vida, la que determina el éxito en las relaciones humanas y a veces en el ámbito profesional, la que contribuye a un clima constructivo en el aula, la que gobierna los actos de la vida diaria, la que está en la base de muchas actuaciones creativas y la que contribuye a sentimientos de angustia, depresión y ansiedad. Porque la inteligencia emocional tiene que ver con el equilibrio entre expectativas y logros. Educación EmocionalSegún R. Bisquerra (1999), “es el proceso educativo continuo y permanente que pretende potenciar el desarrollo emocional como complemento indispensable del desarrollo cognitivo, constituyendo ambos los elementos esenciales del desarrollo de la personalidad integral”. Ello se alcanza mediante la planificación curricular y la metodología docente al igual que otras habilidades y actitudes. Así, tenemos que trabajar en aspectos como actitudes positivas, desarrollo de habilidades sociales, estimulación de la empatia, actitudes para afrontar conflictos y fracasos y generación de climas de confianza. Se trata de plantear las emociones y sentimientos en términos de valor. Los objetivos de la educación emocional tienen como referente a la persona en su autorrealización (felicidad), al grupo de su entorno (aspecto relacional) al trabajo y al medio social. Los contenidos de la educación emocional que nos parece adecuado trabajar desde Infantil pasarían por: conciencia de las propias emociones y de los otros, estrategias de control emocional, comunicación efectiva y afectiva, habilidades socio-emocionales y resolución de conflictos. Muchas de las estrategias didácticas para llevarlo a cabo podrían calificarse de creativas porque incorporan elementos originales y se centran en el auto-aprendizaje ( ambientes creativos, películas, músicas, pintura, diálogos, textos cargados de sentimientos, historias de vida, diarios de clase, dramatizaciones,etc.). Todas ellas nos pueden servir para generar y experimentar emociones y sentimientos de diversa índole a nivel individual y colectivo. Entre los recursos metodológicos concretos, destacamos el procedimiento (O.R.A.), estrategia para la educación emocional que parte de los trabajos de S. De la Torre y Cols (1996-18999) sobre estrategias de simulación. Sus momentos principales son:
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