2.4. Incentivación del aprendizaje autónomo
La autonomía es la capacidad de no depender de nadie para realizar ciertas acciones.
En el aprendizaje, la autonomía supone una facultad que permite al estudiante tomar decisiones para poder regular su propio aprendizaje en función de determinada meta u objetivo, y de un contexto o de condiciones específicas de dicho aprendizaje (Monereo y Castelló, 1997).
Importante
El aprendizaje autónomo es por tanto un proceso donde el estudiante autorregula su aprendizaje y toma conciencia de sus propios procesos cognitivos y socio-afectivos (Crispín, Caudillo, Doria y Esquivel, 2011).
La autorregulación supone una toma de conciencia del propio pensamiento y de la forma en que cada uno aprende. Esta habilidad facilita el aprendizaje, permitiendo la toma de control en el proceso y dirigiendo los propios procesos de pensamiento (Manrique, 2004).
Sin embargo, esta autonomía en el aprendizaje es a su vez un proceso de aprendizaje en sí mismo. Es necesario “aprender a aprender” y desarrollar una serie de capacidades y habilidades para ello. Por tanto, el profesor debe orientar y enfocar su labor hacia el desarrollo de las habilidades cognitivas y socioafectivas de los estudiantes, de manera que se les permita “aprender a aprender” y autorregular sus aprendizajes eligiendo las estrategias más adecuadas para lograrlo (Rué, 2009).

Figura 2. La autorregulación, clave de la autonomía en el aprendizaje (Rué, 2009, 93).
Imagen de elaboración propia
Es muy importante que el profesor compruebe si los estudiantes tienen claridad en las metas, en la estructura de la tarea, en el tiempo, los recursos y el lugar, para que puedan planear adecuadamente las acciones a emprender y elegir las estrategias más pertinentes, para así lograr la meta deseada.
Aebli (1991) señala cinco pilares básicos para trabajar el aprendizaje autónomo con los alumnos:
1. Establecer contacto, por sí mismos, con cosas e ideas, |
3. Planear acciones y solucionar problemas por sí mismos | |||
2. Comprender por sí mismos fenómenos y textos |
4. Ejercitar actividades por sí mismos y manejar información mentalmente | |||
5. Mantener la motivación para la actividad y el aprendizaje por sí mismos | ||||
Figura 3. Pilares básicos del aprendizaje autónomo.
Figura de elaboración propia
El aprendizaje autónomo del alumnado puede complementarse con la atención tutorial durante el proceso de E-A, cuando el alumno lo requiera o el docente lo estime conveniente. La tutoría puede entenderse como “una modalidad organizativa de la enseñanza en la que se establece una relación personalizada de ayuda en el proceso formativo entre un facilitador o tutor y uno o varios estudiantes” (Pérez-Bullosa, 2009, p. 134).