Resumen

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Fotografía de finales del siglo XIX que representa a Heinrich Schliemann en la Puerta de los Leones de Micenas

Micenas (Μυκῆναι) era una ciudadela en el Peloponeso que dominó gran parte del sur de Grecia. Era una civilización guerrera y sus ejércitos eran mercenarios que combatían en cualquier lugar del Egeo. Tenía un alto nivel administrativo como demuestran las tablillas escritas en griego con los caracteres del Lineal B.

Las fortalezas estaban rodeadas de murallas ciclópeas. En Micenas se conserva la Puerta de los Leones, el Círculo A de tumbas y varios tolos, monumentos funerarios en forma de falsa colina. El arte micénico parte del cretense; se han encontrado numerosas piezas cerámicas y joyas, sobre todo en entornos funerarios. Hacia el 1200 a.n.e. la ciudadela fue arrasada y ya nunca fue reconstruida. Otras ciudades del período fueron Tirinto y Pilos. Su historia está ligada a la de su descubrimiento por Heinrich Schliemann, un arqueólogo que, inspirado por la lectura de Homero, logró localizar y excavar las antiguas Troya y Micenas.



Heinrich Schliemann en laPuerta de los leones
Imagen en Wikimedia. Dominio público

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Funciones de los casos

En griego existen cinco casos: nominativo, vocativo, acusativo, genitivo y dativo.

  • nominativo (N): expresa la función de sujeto; debe coincidir en número y persona con el verbo. Esta coincidencia se llama concordancia. Por concordancia, también el atributo se expresa en nominativo: ἡ Ἥρα θεά ἐστιν ("Hera es una diosa").
  • vocativo (Voc): se utiliza para llamar la atención o invocar. Generalmente va acompañado de una interjección: ὦ θεά ("¡oh diosa!").
  • acusativo (Ac): tiene como función principal la de complemento directo: οἱ θεοὶ τὰς θεὰς δείδουσιν ("los dioses temen a las diosas").
  • genitivo (G): expresa el complemento del nombre: ἡ Ἀθηνᾶ τῆς σοφίας θεά ἐστιν ("Atenea es diosa de la sabiduría").
  • dativo (D): expresa la función de complemento indirecto: ἡ θεὰ δῶρον τῷ κούρῳ παρέχει ("la diosa da un regalo al muchacho").

El griego utiliza con frecuencia preposiciones para marcar las circunstancias en las que transcurre la acción verbal. Son tres los casos que admiten usos preposicionales: acusativo, genitivo y dativo.

Artículo

El griego posee un artículo determinado que acompaña a los sustantivos, con los que concuerda en género, número y caso. El único caso que el artículo no tiene es el vocativo.

El griego, en cambio, no tiene artículo indeterminado; así, cuando un sustantivo no está acompañado de artículo, el sintagma se traduce en castellano con un artículo indeterminado:

οἱ θεοὶ καὶ οἱ ἄνθρωποι γάμον ἑορτάζουσιν ("los dioses y los seres humanos celebran una boda").

Un grupo de guerreros micénicos en marcha

Vaso de los guerreros
Imagen de Sharon Mollerus  en Wikimedia. Licencia CC

artículo
singular plural
masculino femenino masculino femenino
nominativo οἱ αἱ
acusativo τόν τήν τούς τάς
genitivo τοῦ τῆς τῶν
dativo τῷ τῇ τοῖς ταῖς

Imagen de Sharon Mollerus  en Wikimedia. Licencia CC

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Mitos micéncicos

Agamenón se dispone a sacrificar a su hija Ifigenia para ganarse el favor de los dioses

Sacrificio de Ifigenia
Imagen de I. Giel en Wikimedia. Dominio público

Clitemnestra mata con un hacha a su esposo Agamenón

Dédalo e Ícaro
Imagen en WikimediaDominio público

En la cultura micénica tienen origen dos ciclos míticos relacionados entre sí: la venganza en la familia de los Atridas y la guerra de Troya. Tántalo trató de engañar a los dioses ofreciéndoles en un banquete a su propio hijo Pélope. Tántalo fue uno de los pocos griegos que pagó su culpa con un castigo eterno en el inframundo. Y sus descendientes vivieron sucesivas traiciones y venganzas en su lucha por el trono de la ciudad. Atreo y Tiestes, primero; después Agamenón y su hermano Menelao frente a Egisto, hijo del proscrito Tiestes. Los dioses quisieron que Paris, uno de los hijos de Príamo, rey de Troya, raptara a la bella Helena que era esposa de Menelao. Este acto desencadenó una guerra en la que Agamenón, comandante de la expedición aquea, no dudó en sacrificar a su propia hija Ifigenia para ganarse el favor de los dioses. El dolor que este acto provocó en Clitemnestra, su esposa, desencadenó su furia; aliada con Egisto dio muerte a su marido cuando regresó victorioso de Troya. Pero el destino siguió adelante. Electra, la otra hija del matrimonio, convenció a su hermano Orestes para asesinar a su propia madre. Solo los dioses pusieron fin a tanto horror.