2. Primeras observaciones de los cielos

Hominido

Imagen de Ferrari Hammanen Wikimedia Commons. CC

 Vídeo de Vicente Ferrer Martí alojado en Youtube

Mira el vídeo que tienes a tu derecha. Imagínate cómo se sintieron los primeros humanos mirando al cielo y descubriendo aquellas luces que no podían interpretar. Poniéndote en esta situación resulta fácil entender que la presencia del Sol, la existencia de la Luna y el movimiento de ambos los atribuyeran a  los dioses. Asimismo, los cambios estacionales permitieron ver a las estrellas y constelaciones como divinidades pero, a la vez, sirvieron para conocer las fechas en que debían sembrar o recoger las cosechas.

Evidentemente, la sucesión de las estaciones asombró a los primeros Homo Sapiens por su regularidad. Las primeras cosmogonías (ideas acerca de la estructura del Universo) combinaban sentimientos religiosos, abarcando lo que se conoce por mitología, junto con observaciones en la regularidad de los movimientos celestes.

 Vídeo de bikkendi alojado en Youtube

A continuación tienes otro documental que muestra la visión del cosmos de las primeras civilizaciones.

Los primeros judíos y babilonios pensaban que la Tierra era un disco plano. Este planteamiento dominó las ideas del hombre durante muchos siglos (por culpa de la propia visión que se tenía), y sobre éste estaba el firmamento y debajo un abismo. Para los chinos, la Tierra era cuadrada aunque había una semiesfera en la que estaban las estrellas fijas; esta semiesfera giraba alrededor de la Tierra. Para los egipcios, el universo era un cubo con el imperio egipcio en el centro; una serie de montañas sostenían la bóveda celeste y un gran río, el Nilo, mostraban el camino del Sol.

Los primeros filósofos griegos comenzaron a racionalizar sus ideas cosmogónicas dando la espalda al Olimpo y a los dioses.

Tales de Mileto, en siglo IV a. C., veía la Tierra como un disco flotante sobre el agua y rodeado por la bóveda celeste con las estrellas fijas. Anaximandro, en el siglo VI a. C., es el primero en considerar la Tierra como un cuerpo celeste más como los demás. Pitágoras y su escuela pensaban que la Tierra era una esfera que giraba con el resto de los cuerpos alrededor de un fuego central. Las distancias entre los cuerpos celestes y este fuego central guardaban una armonía numérica. Platón, en el siglo IV a. C., consideró al universo como algo armónico en el que predominaba la forma esférica.

Aristóteles

Aristóteles

Imagen de  Anónimo en INTEF. CC

La humanidad ha ido avanzando a pequeños pasos y, desde luego, la aparición de Aristóteles (en el siglo IV a. C.) supuso un hecho de enorme importancia (trascendental) en el pensamiento universal. Aristóteles imaginó un conjunto de esferas concéntricas móviles que giraban alrededor de un punto fijo en el que se encontraba, inmóvil, la Tierra. Distinguió dos zonas: todo lo que se encontraba debajo de la órbita de la Luna (la Tierra y todo lo que había en ella) estaba hecho de una sustancia perecedera que acababa descomponiéndose con el tiempo. La Luna y todo el resto del universo estaba compuesto de una sustancia imperecedera o eterna. Sólo existía la forma esférica que se consideraba la perfección.

Importante

Desde los albores de la humanidad nos hemos preguntado cómo es el mundo donde vivimos y hemos intentado explicar los fenómenos que se observan en el cielo. Desde el siglo XVI estas concepciones del mundo se han apoyado en observaciones, hipótesis y teorías. El concepto de universo sigue cambiando hoy en día a medida que los astrónomos van haciendo nuevos descubrimientos y quedan interrogantes que aún no están resueltos.