3.3. Repercusiones psicosociales
Hay veces en que las exigencias del rendimiento alteran las relaciones sociales del deportista con su familia y/o amigos. Normalmente se tiene menos tiempo para estar con los amigos y tener comportamientos similares a los del grupo, que, independientemente de que sean o no saludables, son importantes en determinadas edades para aumentar la sensación de pertenencia al grupo y el desarrollo de su personalidad.
Las repercusiones sociales negativas que puede tener el deporte provienen de formas de trabajo inadecuadas, como tener ambientes autoritarios, la existencia de un exceso de presión social, las situaciones de aislamiento del deportista o, inclusive, que se creen enemigos (sobre todo en algunos deportes individuales). También puede ser perjudicial para niños y jóvenes el alejamiento del entorno familiar que se produce, en ocasiones, en la especialización deportiva.