2.2 Ampliación del capital
El capital social está formado por las aportaciones iniciales de los socios (dinerarias o no). Estamos acostumbrados a usar la palabra capital como una cantidad de dinero que una persona posee pero jurídicamente, el capital social significa una deuda para la empresa con los socios que la crearon y que sólo debe ser devuelta en caso de disolución de la sociedad.
Es una cifra que, como has estudiado, puede tener un mínimo (3.000€ en el caso de las sociedades limitadas y 60.000€ en el caso de las anónimas) pero esta cifra puede ser mayor. Es una cantidad cuya función es dar una garantía para las obligaciones contraídas con terceros. Si es alto, da confianza a proveedores, entidades financieras a las que puedes solicitar un préstamo o a futuros inversores. Por ejemplo, El Jamón es una empresa familiar onubenense con más de 220 supermercados cuyo capital social asciende a más de 40 millones de euros.
La cifra del capital social es estable pero puede aumentar (o incluso disminuir) si la sociedad lo desea y sigue los procedimientos que la ley establece.
Recuerda, por último, que el capital social se divide en participaciones en el caso de las sociedades limitadas y en acciones en el de las anónimas.
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Las ampliaciones de capital deben ser planeadas meticulosamente, ya que pueden suponer una importante pérdida de poder en la empresa por la entrada de nuevos accionistas. |
La ampliación de capital supone una fuente de financiación para la empresa. Consiste en permitir la entrada a nuevos propietarios o bien aumentar la participación de los actuales.
Tampoco es una fuente de financiación gratuita, aunque la empresa no tendrá que pagar un interés por él. Sin embargo, el coste se produce para los antiguos accionistas ya que éstos perderán porcentaje de participación en la sociedad, con la consiguiente pérdida de poder de decisión y que lleva asociado una disminución en el reparto de beneficios de la empresa.
Para proteger el derecho de los antiguos socios se establece el derecho de suscripción preferente; derecho que les permite recibir un número proporcional de nuevas acciones con respecto a las que ya tenían.
Curiosidad
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Cafés "La Estrella" |
En muchas ocasiones, la entrada de nuevos inversores significa la compra de la empresa. Así sucedió a finales de los años 80 con Cafés la Estrella S.A., una empresa familiar radicada en Badajoz cuyo accionariado estaba disperso en la familia Gómez Tejedor. Finalmente su capital pasó a ser controlado por la multinacional Nestlé, afincada en Suiza.
Lo que pocos saben es que Gómez-Tejedor, el fundador de Cafés la Estrella, fue sin quererlo, responsable del mal café que actualmente se sirve en muchos bares de nuestro país. Esto es debido al famoso café torrefacto.
Gómez-Tejedor tostó café torrefacto por primera vez en 1867 y en 1901 obtuvo la patente de invención del café torrefacto, que le atribuía la exclusividad en su producción. El método consiste en añadir una importante cantidad de azúcar al tostarlo lo que le proporciona un sabor mucho más amargo y más fuerte y que además le protege de la humedad.
En un siglo de pobreza y dominado por la Guerra Civil, fue una forma de llevar café más barato a todos los rincones del país. Barato era por llevar azúcar -y por tanto, menos café- y además un sabor más fuerte por lo que era necesario menos grano.
Además Gómez-Tejedor fue un genio precoz de la publicidad: vallas publicitarias, tarjetas postales, billetes emitidos por el Banco de España. Incluso Cafés La Estrella fue nombrada proveedora oficial de la Casa Real Española, por lo que este era el café que Alfonso XIII tomaba en sus recepciones oficiales.
Con el tiempo, el café torrefacto se popularizó e incluso muchos creyeron que era un café de alta calidad cuando lo que sucedia era precisamente, todo lo contrario.
Hoy, es fácil encontrar este café en muchas cafeterías del país. Por suerte, parece que los nuevos negocios lo están relegando por café de mejor calidad que es el que se toma en el resto del continente.
Reflexiona
Reflexiona cuál es la mejor forma de financiar distintas operaciones recurriendo a la financiación propia, si tu empresa tiene unas reservas de 150.000€ y una dotación para amortizaciones de 5.000€, además de un capital social de 100.000€. Clica sobre la opción que creas más conveniente:
Ejemplos de financiación propia
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Falso
En algunos casos sí, pero dependerá de la necesidad de financiación de la empresa.
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Así es. Además es un derecho que se puede transmitir.
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Verdadero
Efectivamente, aunque pueda disminuir nunca podrá ser inferior al mínimo legal.
Retroalimentación
Falso
Aunque tienen preferencia, tendrán que comprar las acciones como cualquier inversor externo.