2.2. Amor a la sabiduría
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El pensador, de Auguste Rodin. Archivo de Wikimedia Commons |

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Flickr licencia CC |

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Imagen de Kaio hfd en Wikimedia |
Los hombres empiezan en la actualidad y empezaron la primera vez a filosofar por obra de la admiración. Desde un principio se admiraron de las cosas al alcance de la mano en que no hallaban salida. Luego fueron progresando poco a poco en el mismo sentido y viendo que no hallaban salida en cosas mayores, como en las fases de la luna y las cosas referentes al sol, y en las estrellas y en el origen del universo. Ahora bien, el que no halla salida y se admira, se siente ignorante (es por lo que filómito es en cierto modo filósofo, ya que el mito se compone de cosas que causan admiración); de suerte que si precisamente por huir de la ignorancia se pusieron a filosofar, es evidente que perseguían la ciencia por el conocimiento y no por ninguna utilidad.
Aristóteles, Metafísica, Libro A, 2

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Imagen de shakko en Wikimedia |
Las cuestiones referidas a la realidad y al modo en que podemos conocerla, dan lugar a una filosofía teórica orientada a cuestiones tales como: ¿Existe algún modo de realidad más allá de la visible?, ¿pueden conducirnos nuestros sentidos a la verdadera realidad de las cosas?, etc.
Aquellas preguntas referidas a nuestra propia existencia, cómo debemos orientar nuestras acciones, propician una filosofía práctica desde la que surgen preguntas como: ¿Es nuestra voluntad libre para elegir?, ¿cuándo podemos considerar que una acción es buena?, etc.