1.3. Interpretación de la realidad mediante símbolos
Llegados a este punto, es normal que nos preguntemos por el valor del mito en el mundo actual; cuando se dan como válidas las explicaciones racionales o científicas, vemos que la mitología sigue siendo un recurso permanente en el mundo de la psicología, el arte, la literatura, etc. ¿Dónde reside la riqueza del mito?, ¿cómo es posible que este legado siga poseyendo en nuestros días tan importante valor cultural? Estas historias, siendo fantásticas, deben albergar algún mensaje profundo que explica su fecundidad y las hace incorruptibles.
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Antonio Canova, Eros y Psique Imagen de tarte con licencia C.C. |
Suelen distinguirse varios tipos de mito según el tipo de historia que relatan:
- Cosmogónicos: explican el modo en que se constituyó el mundo, un cosmos que suele generarse por la intervención de seres divinos sobre el caos o desorden inicial.
- Teogónicos: relatan la historia del mundo de los dioses: sus parentescos, aventuras, disputas y alianzas, etc.
- Etiológicos: dan razón del origen de los elementos de este mundo: cómo se formaron los seres que lo pueblan, cómo se transmitieron los conocimientos, cómo se instituyeron las reglas humanas, etc.
- Escatológicos: narran el modo en que acontecerá el fin del mundo. Muchas veces ligados al curso de los movimientos planetarios, y por lo general desde una visión cíclica en la que la destrucción final es el punto de partida para una un nuevo comienzo.
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Teseo con Atenea sobre el Minotauro Imagen de Aison en Wikimedia Commons |
Los mitos pueden ser interpretados de un modo literal, esto es, desde la suposición de que se trata de relatos verídicos que dan cuenta de unos hechos que acontecieron realmente. Esta es una visión extendida popularmente en las sociedades arcaicas, pero también caben otras interpretaciones simbólicas y alegóricas según las cuales estos relatos simbolizan nociones más profundas sobre la constitución de lo real, el destino humano, etc., o dan cuenta mediante alegorías de las fuerzas que rigen el mundo físico, la complejidad del psiquismo humano, etc. Estas interpretaciones llegaron a darse en el mundo griego abriendo el camino a un modelo racional de interpretación de la realidad. La extraordinaria riqueza intelectual de determinados relatos mitológicos ha convertido a estos en un fecundo recurso para su interpretación simbólica, una actividad vigente hasta nuestros días.

La elaboración de un mito requiere el efecto de la mitificación, esto es, de la conversión en mito de un fenómeno natural. Aunque la explicación mitológica es la primera forma que encontró la humanidad para intentar resolver los enigmas que la realidad le planteaba, es cierto que este modo de interpretación subsiste en nuestros días y numerosos fenómenos son mitificados. Te proponemos que elijas un caso particular de mitificación de nuestro tiempo y lleves a cabo una diferenciación entre los datos objetivos que se tienen del elemento mitificado y la alteración de los mismos en favor de una visión idealizada. Te sugerimos que te centres en una de estas posibilidades:
- Un personaje público (deportista, político, actor, etc.), cuyos datos reales han sido desdibujados en favor de una imagen idealizada y ejemplar del mismo.
- Una determinada teoría (política, científica, religiosa, artística, etc.) cuya exposición y defensa haya sido rodeada de tal estima y confianza ciega, que haya sido convertida en un mito por parte de algunos de sus partidarios.
- Un suceso histórico, un territorio, un pueblo o una institución cuya realidad haya sido progresivamente transfigurada hasta el punto de convertirse en elementos ejemplares o paradigmáticos en la imaginación y en la memoria popular.

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Sigmund Freud Imagen de wordscraft en Flickr |
En su valor simbólico, la mitología ha constituido un recurso valioso para el conocimiento desde la antigüedad hasta nuestros días; como ejemplo clásico puede citarse al filósofo griego Platón, quien recurrió en numerosas ocasiones a la mitología para expresar su pensamiento: al relatar los mitos del carro alado, o de la caverna, para explicar la naturaleza de Eros, etc. Más recientemente, un claro ejemplo de la fecundidad de los relatos mitológicos y su valor como modo de explicación de los comportamientos humanos lo encontramos en su empleo en la psicología moderna. En el modelo psicológico de Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, se otorgó un papel determinante al inconsciente, ya que en él se sitúan deseos, instintos y recuerdos que, siendo esenciales en el psiquismo humano, operan al margen de nuestra conciencia. Este autor se sirvió de diversos relatos míticos para ejemplificar determinadas formaciones del inconsciente; estos constituyeron además fuentes argumentativas para explicar sus propias teorías. Ejemplos de ello lo encontramos en su interpretación de los complejos de Edipo y de Electra, o en su explicación sobre los impulsos hacia el placer y la muerte mediante las figuras de Eros y de Thanatos.