1.1. Desarrollo personal de los chicos y chicas en la iniciación deportiva

Como señala Blázquez (1999), la iniciación deportiva no puede fundamentarse en la búsqueda del éxito final y los resultados deportivos, sino en el desarrollo personal, integral y global de los chicos y chicas que comienzan a practicar deporte.

Los chicos deben ser el centro de dicho proceso de enseñanza-aprendizaje; la preocupación debe centrarse en ayudarles a convertirse en lo que pueden llegar a ser, en lo que ellos quieran llegar a ser, desarrollando sus potencialidades deportivas y personales en armonía y equilibrio, sin prejuzgar sus capacidades y aceptando todas las desigualdades y diferencias que pueden existir entre unos y otros.

Aceptar las diferencias y desigualdades es necesario. No se puede pensar que todos los chicos tienen las mismas características y potencialidades. Cada sujeto es único y no son potencialmente similares para el futuro, pero en la etapa de iniciación dichas diferencias no tienen más valor que las que pueda haber en el color de los ojos, el peso o la talla.

Según Arufe (2012), el objetivo principal en la iniciación deportiva debe ser contribuir al desarrollo integral de los jóvenes deportistas y lograr que según su talento, capacidad de esfuerzo y trabajo, consigan las mejores habilidades deportivas en el momento óptimo.

Importante

Por lo tanto, en la etapa de iniciación deportiva será imprescindible centrarse en las experiencias de aprendizaje de los sujetos a todos los niveles (físico y motor, cognitivo y social), en función de los parámetros propios de crecimiento y desarrollo, para lograr una formación equilibrada a nivel motriz, deportivo y global del niño.