5.2. Antibelicistas

Pocas personas creían que fuera a estallar una guerra y pocas fueron las voces que se alzaron en su contra. La publicidad hizo el resto, Europa, en principio la festejó. A través de la publicidad estatal se favorecía el alistamiento o la participación económica de los ciudadanos.

Ya hemos visto que solo a algunos socialistas la política imperialista les hizo presagiar una guerra. Pero no adoptaron una postura única.

El estallido de la Primera Guerra Mundial dividió a los socialistas en tres grupos

Patriotas: Partidarios de la guerra, antepusieron los intereses de la nación abandonando los ideales pacifistas y revolucionarios poniéndose al lado de los respectivos gobiernos en lo que se le llamo la unión sagrada. El todopoderoso Partido Socialdemócrata alemán apoyó la participación de Alemania en la guerra, lo que supuso la salida del partido, en 1917, de su ala izquierda, que formó el Partido Socialdemócrata Independiente de Alemania (USPD), y de la Liga Espartaquista. Esta última dio origen al Partido Comunista de Alemania (KPD) en 1918

Pacifistas: Sector moderado; neutrales o contrarios a la guerra.

Revolucionarios: Sector que pretende la conversión de la guerra en la revolución proletaria. En Rusia el partido Bolchevique con Lenin a la cabeza llevo a cabo las tesis revolucionarias en 1917.

Sesiones de la CPH

Conferencia de Paz en La Haya en 1904.
Archivo de Wikipedia. Dominio público

Ante la "locura colectiva" a favor de la guerra los partidarios de la paz impulsaron la celebración de dos Conferencias en la Haya que, obviamente y teniendo en cuenta el posterior estallido de la Gran Guerra acabaron en fracaso.

Reflexiona

Jean Jaurès: Discurso en Lyon, 23 de julio de 1914

A través de las calles de Europa aparecía cada pueblo con su pequeña antorcha, y ahora ahí esta el incendio (...) La política colonial de Francia, la política hipócrita de Rusia y la brutal voluntad de Austria han contribuido a crear la situación terrible en la que nos encontramos.
Europa se debate en una gran pesadilla (...)
Ciudadanos, a pesar de todo, y os digo esto como una especie de desesperación, no hay más que una posibilidad de mantener la paz y de salvar la civilización, desde el momento en que estamos amenazados de muerte y salvajismo, la de que el proletario reúna todas sus fuerzas, y que todos los proletarios, franceses, ingleses, alemanes, italianos, rusos, pidamos a esos millones de hombres que se junten para que el latido unánime de sus corazones aleje la horrible pesadilla.

1. Busca información sobre el autor, utilizando cualquiera de los grandes buscadores o metabuscadores.
2. Ante el peligro inminente de guerra, ¿cuál es la solución que propone Jaurès?

Retroalimentación

1.- Jean Jaurés combatió el peligro de la guerra europea con pasión, especialmente tras el estallido de las Guerras Balcánicas en 1912-1913. Se opuso a la ley que alargó a 3 años el servicio militar obligatorio. Ante el ultimátum austriaco contra Serbia, tras el asesinato del Archiduque Francisco Fernando en Sarajevo, Jaurès se distanció de la ola nacionalista que crecía y en su discurso en Lyon, el 23 de julio de 1914, culpó de la "situación terrible" a "la política colonial de Francia, la política hipócrita de Rusia y la brutal voluntad de Austria". Llamó a los obreros de todos los países que estaban al borde de enfrentarse en la guerra, a unirse para alejar "la horrible pesadilla".
Su toma de postura en pro del pacifismo, poco antes del desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial, le hicieron impopular entre los sectores nacionalistas y un exaltado fanático le asesinó, en el Café du Croissant de la calle Montmartre de París, una semana después de su discurso, y tres días antes de que se iniciaran las hostilidades.

2.- Su propuesta es "...que todos los proletarios, franceses, ingleses, alemanes, italianos, rusos, pidamos a esos millones de hombres que se junten para que el latido unánime de sus corazones aleje la horrible pesadilla..."

Reflexiona

"Nosotros no hemos querido esta guerra. Los que la han desencadenado, déspotas con propósitos sanguinarios, con sueños de hegemonía universal, recibirán su castigo. No solo el estertor de los moribundos, los clamores de los sufrimientos de los heridos subirán hasta ellos como reprobación universal, sino el relámpago de odio que se encenderá en las miradas de las madres, de los huérfanos y de las viudas."

Léon Jouhaux, anarcosindicalista de la CGT francesa. 4 de agosto de 1914