1. La experiencia audiovisual

Abres los ojos por la mañana con el sonido de la alarma, coges el móvil para apagarla y ya habrás mirado tu primera pantalla del día. Mientras te duchas y preparas el desayuno suena el programa de radio matutino. Sales a la calle y si usas el autobús, el coche, la bici o el metro varias pantallas tratan de llamar tu atención sobre la nueva temporada de una marca de ropa, o sobre una oferta irresistible, o hacia alguna noticia para hacer más amable tu camino. Muy probablemente te pasarás las próximas horas arrastrando los ojos por una pantalla hasta la hora de comer, en la que te informarás de la actualidad a través de un telediario. Esto mismo lo estás leyendo en una de esas pantallas. Tras El Tiempo quizás pondrás un documental de animales para dormir un ratito la siesta. Por la noche, a lo mejor, ves alguna película en el ordenador antes de dormir, mientras consultas de vez en cuando Twitter, Facebook y el grupo de mensajería instantánea. ¿Has pensado alguna vez en la cantidad de pantallas que pueblan nuestra rutina?


Hay días en los que son tantas que la cotidianidad se convierte en una simple sucesión de pantallas y, claro, esto afecta tanto nuestra percepción de la realidad como a la conformación de los lenguajes audiovisuales que se emplean para llamar nuestra atención. Si hace no tanto las pantallas ocupaban espacios concretos en nuestras vidas (el fragmento entre encender el televisor y apagarlo; o el tiempo entre los créditos iniciales y los finales de una película), hoy en día el consumo audiovisual es más fragmentario, más interrumpido que nunca. Y por eso muchos contenidos se van haciendo cada vez más breves y más impactantes. Nuestra atención navega a través de ellos dispersándose infinitamente.

Para saber más

Lipovetsky y Serroy publicaron en 2009 un interesante libro en el que reflexionaban sobre cómo la ubicuidad de las pantallas estaba modelando nuevas formas de entender el audiovisual en el mundo. Varios años después, con Youtube, Vimeo, los vídeos de Facebook, Vine o Instagram, la reflexión cobra más vigencia que nunca.

Portada del libro "La pantalla glo

Portada del libro "La pantalla global"

En el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) hicieron hace unos años una exposición a partir de este libro. En su archivo, construido de manera colaborativa puedes conocer más detalles sobre este paisaje audiovisual en el que vivimos día a día.