2. Narrativas audiovisuales de Internet
Internet no sólo ha servido como catalizador de los medios precedentes, al acercar a cada ordenador los medios de comunicación tradicionales. Desde la cultura libre y desde la accesibilidad a los medios de producción audiovisuales inéditos hasta ahora, ha ido produciendo sus propios lenguajes, una forma de comunicarse entre usuarios que se adapta a sus necesidades y a sus propios deseos de contar.
Las características del medio internet han ayudado a modelar nuevas formas de audiovisual que se apoyan en lenguajes precedentes como el cine para adaptarse a los gustos y las necesidades de sus usuarios. Aunque el ecosistema audiovisual de Internet es muy variado, se pueden identificar algunos rasgos comunes entre la mayoría de las producciones que cada día tratan de atraer algo de atención:
- Variación constante. Si hace cincuenta años, una película podía durar viajando de cartelera en cartelera durante seis meses; hoy en día, los vídeos de internet son de autocombustión espontánea. Pueden durar solo unas horas y los que tienen éxito llegan a algunas semanas. La mayoría, al terminar de ser vistos, se olvidan definitivamente. Esto hace que las modas audiovisuales se sucedan a una velocidad de vértigo. ¿Quién recuerda hoy elIce Bucket Challenge? ¡Y se viralizó hace solo un año!¿Y del Gangnam Style?
- Reducción de la complejidad técnica de las producciones. Cuando los vídeos se olvidan con tanta facilidad y tienen un recorrido intenso pero corto, no merece la pena dedicarle mucho tiempo. Y esto favorece otra cualidad del audiovisual en internet: la serialidad.
- Integración del audiovisual con otros formatos. A diferencia de la televisión o el cine, el vídeo en internet se presenta al lado de textos, imágenes fijas y sonidos. Esto, que parece una obviedad, es un dolor de cabeza histórico tanto para programadores informáticos como para productores audiovisuales; sobre todo al tener en cuenta que producir un vídeo es mucho más complejo y largo que escribir un texto o hacer una foto. ¿Cómo, entonces, presentar el vídeo al lado de otros formatos en internet para que haga justicia sobre el trabajo realizado?