Historia inicial

El riesgo es no arriesgarse

(Adaptado de Alex Rovira: El País Semanal. 2 de abril de 2006)

 

Imagen 1. Imagen de elaboración propia.

Una de las características de la actividad empresarial es el riesgo. Pero ¿qué es o que nos han contado del riesgo? Decía Vincent van Gogh: "¿Qué sería de la Vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?". Él sabía bien de lo que hablaba. Su estilo, claramente distinto al de sus colegas, generó la perplejidad, el rechazo y la incomprensión de sus coetáneos, pero años más tarde la belleza de su obra conmueve a millones de personas en todo el mundo. Le llamaban El Loco del Pelo Rojo. Se arriesgó.

 

En la dimensión empresarial, Thomas Edison repetía a menudo que, en los miles de intentos fallidos que debía superar para crear cada uno de sus prototipos, jamás perdía el ánimo, porque cada error que dejaba atrás era un nuevo paso adelante. Edison y su equipo crearon 1.093 patentes, cifra no superada hasta el momento por ningún otro innovador. Gracias a él y a sus colaboradores, hoy tenemos un nivel de confort en nuestra vida que sería impensable de no haber sido por su trabajo. Pero curiosamente, cuando era pequeño, sus maestros y compañeros de escuela consideraban que estaba mal de la cabeza. Se arriesgó.

 

¿Riesgo relacionado con fracaso? Dice el diccionario que riesgo es contingencia o proximidad de un daño o estar expuesto a perderse, entre otras desgracias. Es decir, se nos presenta el riesgo como una posibilidad de perder lo que tenemos o de no alcanzar lo que deseamos. De ser así, ¿quién se arriesga?, ¿quién se la juega?, ¿quién innova? Paralizados por el miedo a perder, perdemos, ya que no nos atrevemos a innovar, a invertir, a jugárnosla para realizar las cosas de una manera diferente o, aún mejor, hacer lo que nadie ha hecho todavía.

 

Hace unos días tuve ocasión de asistir a un interesantísimo acto sobre el uso de la imaginación en los negocios, que congregó a más de 1.300 emprendedores. El ambiente era extraordinario: se podía palpar el entusiasmo y la curiosidad de cientos de mujeres y hombres inquietos buscando compartir ideas, novedades, maneras de entender a sus clientes y de darles nuevas soluciones.

 

Entre los conferenciantes hubo dos aportaciones que me fascinaron especialmente. La primera llegó de la mano de Félix Tena, presidente y fundador de la cadena de jugueterías educativas Imaginarium. Félix apuntó una frase brillante que inspira este artículo: "¿Qué hay del riesgo de no arriesgarse?

 

Es curioso pero, a lo largo de la historia, aquellos que se han arriesgado y llevado "el gato al agua" en cualquier disciplina han sido considerados de entrada desequilibrados o iluminados. Y es que la audacia es mucho más que la simple ausencia de miedo, es más bien la conciencia de que hay algo importante por lo que merece la pena arriesgarse.

 

Así lo expresó la doctora Elisabeth Kübler-Ross, considerada por muchos la principal autoridad mundial en el acompañamiento a enfermos terminales: a la pregunta "¿qué haría si volviera a vivir?", la respuesta más habitual de las personas que estaban a punto de morir era "me habría arriesgado más". Estamos, afortunadamente, a tiempo de cambiar el sentido de dicha respuesta.