2.2. Un gigante con pies de barro. La economía del Imperio hispánico

Reflexión

Lee el siguiente texto y comprueba que entiendes su idea principal.

"... el rey de España conservó durante mucho tiempo los medios para la continuidad de una política de poder. A pesar de sus bancarrotas, siempre encontró banqueros extranjeros dispuestos a adelantarle inmediatamente las sumas que necesitaba para pagar a sus soldados y a sus funcionarios en Flandes, en Alemania, en Italia. Porque estos banqueros especulaban con los reembolsos y los intereses que serían pagados con magnífica moneda de oro y plata. Los ejércitos del rey de España y sus banqueros desfallecen cuando el oro y la plata comienzan a faltar después de 1640... Solamente el costo del ejército de tierra se elevó en 1590 a 1.053.000 ducados. En el mismo año, la contribución de las Indias al tesoro real se elevaba a 1.835.000 ducados. Ni siquiera dos veces más. En realidad es seguro que los gastos militares totales superaron el importe de la aportación americana al tesoro real".

Bartolomé Bennasar, La España del Siglo de Oro, Barcelona, 1983, página 111.

 

¿Cuál fue la causa de que pese a la enorme cantidad de oro y plata que España extraía de América nuestra economía no experimentase un desarrollo acorde a dichos ingresos?

31. Jakob Fugger, retratado por Durero, fue el principal prestamista de Carlos I. Imagen de Friviere, dominio público.
32. Antón Fugger, prestamista oficial de Felipe II, se convirtió en el hombre más rico de Europa. Imagen de Eloquence, dominio público.
"Los banqueros"
Como has podido comprobar con la autoevaluación a pesar de que los reyes de la Casa de Austria fueron durante el siglo XVI y gran parte del XVII los más ricos de Europa, todo esto era poco para afrontar los enormes costes defensivos y administrativos que conllevaba el mantenimiento del Imperio, frente a enemigos cada vez más numerosos y poderosos.

La Corona de España estuvo casi siempre endeudada con banqueros y prestamistas extranjeros (genoveses y alemanes sobre todo) que adelantaban las sumas para el pago de las tropas y los gastos de la monarquía mientras llegaban los cargamentos de oro y plata de América. Esto generó un círculo vicioso en el que antes de llegar a Castilla el oro americano estaba ya gastado, y la deuda no paraba de crecer. Cualquier incidente o retraso en la flota de América podía suponer, como de hecho sucedió en varias ocasiones, que los reyes tuvieran que declararse en bancarrota, ante la imposibilidad de hacer frente a los préstamos recibidos. En estos casos solían pagar a sus acreedores cediéndoles parte del patrimonio de la Corona, como minas, señoríos, rentas, impuestos, etc.

Algunos banqueros extranjeros, como la familia alemana Fugger, pasaron a controlar de este modo los principales recursos del reino, como las minas de plata de Guadalcanal (Sevilla) o las minas de mercurio de Almadén (Ciudad Real).

Pre-conocimiento

El destino del oro americano que llegaba a España fue descrito con una breve y acertada metáfora por el poeta Francisco de Quevedo en su poema Poderoso caballero es don dinero". Comprueba que entiendes la metáfora que encierran estos versos.

Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,
Donde el mundo le acompaña;
Viene a morir en España,
Y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
Es hermoso, aunque sea fiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

"Siempre han existido las crisis"
 
Con todo, hasta la primera mitad del siglo XVII la situación fue sobrellevándose, pero entonces se produjo una gran crisis económica internacional que, como se ha convertido en tradición, en España tuvo unos efectos mucho más negativos que en el resto de Europa.

Una serie de factores coincidieron para que a lo largo del siglo XVII la monarquía española y sus territorios sufrieran un hundimiento de su economía que tuvo consecuencias nefastas y duraderas. Su principal manifestación fue el descenso de población que experimentaron casi todos los territorios de la Corona. En la primera mitad del siglo XVII una serie de malas cosechas encadenadas y epidemias provocaron una gran mortandad en los territorios peninsulares, sobre todo en Castilla. Como ejemplo baste citar que Sevilla perdió en 1647 unos 60.000 habitantes por una epidemia de peste. Todo esto repercutió negativamente en la economía y en la recaudación de impuestos por parte de la monarquía.

¿Como afecta la crisis a cada uno de los sectores económicos de los territorios peninsulares?
  • 33. Mujer morisca hilando seda. Imagen de Bruno Alcaraz
    La agricultura se estancó, con un descenso de la productividad. Sin apenas transformaciones técnicas ni innovaciones, los métodos tradicionales no permitían mantener una producción suficiente para abastecer a la población. La decisión tomada en 1609 de expulsar de la península a la población morisca, los descendientes de los antiguos musulmanes, tuvo un fuerte impacto negativo en la agricultura. Este colectivo, que suponía en torno a un 3% de la población peninsular, mantenía una rentable agricultura de regadío, sobre todo en los territorios de la Corona de Aragón. También eran los que dominaban la técnica de la cría del gusano de seda, que permitía una rentable actividad económica en torno a esta exótica materia prima. Ambas actividades sufrieron un retroceso notable tras la marcha de la población que las había mantenido.

  • La artesanía tuvo un escaso desarrollo en Castilla, aunque evolucionó algo más en algunos territorios de la Corona de Aragón, como Cataluña. Limitada a la elaboración de productos de baja calidad para el abastecimiento de las empobrecidas poblaciones urbanas, no producía una rentabilidad que permitiera reinvertir las ganancias en mejorar las técnicas. Los productos de lujo que las clases dirigentes consumían con ansia procedían mayoritariamente de fuera de la Península Ibérica, de los Paises Bajos e Italia sobre todo.

  • El comercio había sido sin duda la actividad más dinámica y productiva durante el siglo XVI, gracias al monopolio de los intercambios con América. La suma de Portugal y sus colonias a la Corona española permitió que existiera un circuito comercial que unía Europa con América y Asia, controlado por la monarquía hispanica. Sin embargo, a lo largo del siglo XVII se inició la competencia de Inglaterra y Holanda en el comercio atlántico y la de Francia en el comercio en el Mediterráneo, lo que causó una merma sustancial en los beneficios. En cualquier caso, el comercio internacional del Imperio hispánico estuvo en gran parte en manos de comerciantes y banqueros extranjeros, sobre todo genoveses y flamencos, que canalizaban hacia otras zonas de Europa gran parte de sus beneficios.

Conforme avanzaba el siglo XVII la producción de metales preciosos de las minas americanas fue descendiendo, con lo que la principal fuente de ingresos de la monarquía tocaba a su fin. Sin una agricultura y artesanía productivas, nada pudo contrarrestar a corto y medio plazo el hundimiento de la economía hispana.