3. El impacto social de la fotografía en el siglo XX

El éxito de la fotografía, desde sus inicios hasta tal como la conocemos hoy, reside en que la percibimos  como una representación fiel de la realidad. De hecho, la fotografía revolucionó los sistemas de representación  de la realidad basados hasta el momento en habilidades manuales como la pintura, el dibujo o la ilustración.

Su gran éxito mediático fue constituirse en un "certificado de la existencia"  de las cosas que muestra. Si una fotografía se consideraba  un representación fiel de la realidad  era fácil llegar a considerar   la fotografía  como un método de conocimiento directo de la realidad. Por ello, fue una fiel aliada de la ciencia como certificación de sus logros y avances en los distintos campos.

Lo que sí es evidente es  el poder que las fotografías tienen como testimonio y memoria. El emotivo  spot de Olympus  que has visto arriba incide en ese aspecto  de registro emocional de la fotografía.  Las fotografías capturan o "congelan" momentos tal vez irrepetibles  de algo que una vez sucedió y que otras personas pueden ver  aunque no lo pudieron presenciar en directo. Por eso tiene un efecto autentificador reconocido social y culturalmente. Los  viejos álbumes familiares atesoraban tanto la memoria de los antepasados como los registros de los momentos importantes en la vida de las personas: nacimientos, bodas, viajes, etc.

Pero, por extraño que parezca en principio,   la fotografía no es la realidad y ni siquiera puede considerarse una reproducción válida de nuestra percepción óptica. En realidad la fotografía es tan solo un medio de representación (no siempre de la realidad)  basado en un doble proceso óptico y químico sobre el que podemos influir e intervenir,, por tanto estamos hablando de "manipulación" de la realidad. En el siguiente apartado comprenderás por qué.