1. ¿Qué es una ciudad?
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Vista aérea de Vancouver (Canadá). Imagen de ecstaticist alojada en Flickr bajo licencia CC. |
Seguramente, nos resultaría bastante complejo. Y es normal, porque ni siquiera los propios geógrafos se ponen de acuerdo sobre qué es una ciudad.
Se utilizan algunos criterios para definir una ciudad, pero todos ellos presentan algún inconveniente:
- Número de habitantes: En España, se consideran ciudades todos los núcleos de población que tienen más de 10.000 habitantes. Sin embargo, a veces podemos encontrar núcleos de población muy dispersos que, pese a reunir esta cantidad, no pueden considerarse una ciudad.
- Forma y estructura: Serían ciudades aquellos núcleos que presentan una alta densidad de edificación y población, además de una mayoría de edificaciones colectivas y en altura (bloques de pisos).
- Funciones: En las ciudades predominan las actividades industriales y de servicios frente a las actividades agrarias.
- Sociología: Muchos estudiosos consideran que existe lo que se llama una “cultura urbana”, con unas relaciones sociales menos tradicionales y más diversas. En la actualidad este criterio está siendo bastante discutido.
- Influencia sobre otros núcleos de población. Cuanto mayor sea una ciudad y más variadas sus funciones, mayor será la influencia que ejerza.
Una consideración conjunta de todos estos criterios nos permitirá obtener una definición muy completa y ajustada sobre qué es una ciudad.


Como has visto, en España se considera como ciudad a cualquier núcleo de población con más de 10.000 habitantes. ¿Te parece poco? Pues en otros países el baremo es aún más bajo: en Estados Unidos una ciudad es cualquier población a partir de 2.500 habitantes; en Francia, a partir de 2.000. Y hay países, como Dinamarca, donde con 250 habitantes ya se considera ciudad a un núcleo de población.


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Ibiza, como casi todos los lugares de Baleares, se llena de turistas en verano. Imagen de wikimedia commons bajo licencia CC. |
A la hora de tener en cuenta las cifras de habitantes de una ciudad hablamos siempre de población estable, censada en ese lugar. Pero la población de una ciudad puede aumentar de forma muy acusada en determinados momentos. Ocurre normalmente con los lugares que atraen a una gran cantidad de turistas en el verano: en España, pequeños pueblos costeros pueden albergar a decenas de miles de personas en la época estival. Hay otros casos como el de Pamplona, por ejemplo, que puede duplicar o triplicar el número de habitantes en la semana de las fiestas de San Fermín. Algo similar puede ocurrir en festividades importantes de otras ciudades como Valencia (Fallas), Sevilla (Feria y Semana Santa) o Málaga (Semana Santa).
Un caso más curioso aún puede ser el de la aldea de El Rocío (Huelva); prácticamente desierta durante todo el año, llega a acoger a casi un millón de personas durante la famosa romería. Pero, recuerda: en todos estos casos no estaríamos hablando de habitantes, sino simplemente de visitantes esporádicos.
Un caso especial en este sentido sería el de los estudiantes universitarios. Viven durante el curso en alguna ciudad y en verano vuelven a casa; algunos de ellos incluso se censan en la ciudad en la que estudian para gozar de algunos beneficios municipales, aunque su residencia fija la sigan teniendo en otro lugar. En algunas ciudades españolas como Salamanca, Santiago de Compostela o Granada, los estudiantes componen un porcentaje importante de la población total (real o censada) de estos lugares.