1.3. Valoración de las posibilidades individuales, más allá de las limitaciones a presentar según discapacidad

La valoración del deportista con discapacidad será similar al deportista sin discapacidad salvo pequeñas adaptaciones de los instrumentos de medida.

La valoración deportiva servirá, tal como hemos explicado anteriormente, para conocer las posibilidades de la persona con discapacidad en una práctica deportiva determinada. En algunos casos es cierto que, según el grado de discapacidad, las posibilidades aumentan o disminuyen, pero también es cierto que en muchos casos es más la motivación y la valoración que han tenido a lo largo de su desarrollo lo que determina que realice práctica deportiva y no la discapacidad que presentan.

Por lo tanto, es una labor importante reconocer qué actividades pueden desarrollar estas personas según tengan una discapacidad visual, auditiva, física o psíquica. En función de la aseveración de la discapacidad y de las características motrices que presente, se podrá hacer una valoración de las posibilidades del discapacitado, así como de sus condicionantes.

Entre las pruebas de valoración están (Sanz y Reina, 2012):

  • Test de motricidad: lateralidad, equilibrio, entre otros elementos que se valoran tanto en niños con y sin discapacidad.
  • Prueba: se trata de un conjunto de actividades que establecen estándares de desarrollo motor según la edad
  • Balance: conjunto de pruebas dirigidas a valorar y a determinar el desarrollo máximo alcanzado por una persona en relación con un grupo de habilidades determinadas.
  • Batería: conjunto de pruebas y test complementarios que sirven para evaluar un grupo de aspectos de la persona.
  • Escala de desarrollo: comprende un conjunto de pruebas de dificultad escalonada que permite valorar el desarrollo motor de una persona.