1.8. La vivencia personal en situaciones de práctica restrictivas simulando la discapacidad

La terminología para referirse a las personas que presentan alguna discapacidad ha ido variando en el último siglo, desde los términos anacrónicos y despectivos como eran lisiados, enfermos, malitos, inútiles o minusválidos. Actualmente existe una terminología que nombra  a la persona sin tratarla con menosprecio por su condición: personas con discapacidad o personas sin discapacidad.

 

Simulaciones en contexto deportivo de la vivencia de la discapacidad

En la actividad física escolar se persigue la sensibilización del alumnado para lograr una inclusión a través de la empatía con las personas con discapacidad.

Esta sensibilización se realiza a través de juegos, deportes adaptados y deportes específicos realizando simulaciones dentro de la actividad. Los juegos sensibilizadores tienen como objetivo principal la concienciación del alumnado sin discapacidad frente a la realidad que vive una persona con discapacidad (Ríos, 2009). Esta sensibilización viene de la mano de la experimentación y propiciará el respeto hacia el alumnado con discapacidad. La participación conjunta en actividades físico-deportivas en un contexto común en el que las personas con y sin discapacidad pueden aportar algo a los demás.

La inclusión supone comprender que en la sociedad hay personas que poseen unas características personales, con unos intereses y habilidades propios. Trabajar la inclusión en la iniciación deportiva y en el deporte recreativo conlleva diseñar y realizar programas que contemplen la diversidad y heterogeneidad de los participantes (Arribas, 2015).

El conjunto de las diferentes vivencias y actitudes se muestra como un elemento fundamental en la inclusión de alumnos con discapacidad en contextos generales, actuando como posibles facilitadores u obstáculos para su éxito (Ocete, Pérez y Coterón, 2015).

El motivo de las actitudes negativas mostradas a veces hacia este colectivo puede ser por la falta de información que se tiene sobre él. Estas actitudes a veces suponen unas barreras mucho más grandes para estas personas que incluso las de su propia discapacidad. De ahí surge la importancia de la actuación favorable por medio de los profesores y del centro educativo. Es primordial la acción conjunta entre padres, el centro, los profesores y los compañeros.

Según Ríos (2009), existe una serie de estrategias que pueden ayudar tanto al profesorado como a los alumnos a iniciar esa acción para el fomento de la inclusión de los alumnos con discapacidad dentro del aula de Educación Física:

  • La educación en actitudes y valores
  • El aprendizaje cooperativo y las actividades cooperativas
  • La enseñanza multinivel
  • La adaptación de las tareas
  • La compensación de las delimitaciones en situaciones competitivas
  • Visibilización del deporte adaptado a las personas con y sin discapacidad.
  • Asesoramiento y apoyo.

En un mundo que cada vez es más diverso se muestra la importancia de los diferentes centros educativos para favorecer la consecución de los objetivos de este colectivo.

Entre las propuestas que pueden realizarse en la Educación Física y en la iniciación deportiva se encuentra la simulación de la discapacidad con el uso de antifaces, muletas, sillas de ruedas, cascos de trabajo, etc.

 

La persona con discapacidad como persona deportista sin adjetivos

Aún hoy, casi sesenta años después de los primeros Juegos Paralímpicos fundados por Ludwig Guttmann en 1960 para atletas con todo tipos de discapacidades físicas, mentales y/o sensoriales, como amputaciones, ceguera, parálisis cerebral y deficiencias intelectuales, se piensa y se desprestigia al deporte realizado por personas con discapacidad.

En el diccionario de la RAE la palabra deportista se define como aquella persona que práctica deporte de forma aficionada o profesional. Analizando esta definición las personas con discapacidad que realizan deporte de una forma aficionada o con unos objetivos competitivos concretos, son deportistas de derecho y con el respeto que merece cualquiera que dedica su tiempo libre y su vida al deporte. Deben ser tenidos en cuenta por los futuros profesionales y los demás deportistas con los que comparten instalación (Rodríguez, 2011).

 

Contacto con una persona deportista con discapacidad del entorno cercano

Es imprescindible la sensibilización y la empatía de las personas sin discapacidad hacia las personas con discapacidad para lograr una sociedad en la que los filtros y las valoraciones no pasen por la presencia de una discapacidad sino por las capacidades que tiene la persona. Tal y como narra Cintia Rodríguez (2011), ella casi no recuerda andar, desde niña se desplaza en silla de ruedas y ha sido deportista toda su vida. Además, tiene una vida plena en su entorno porque la sociedad que la rodea la apoya y facilita la eliminación de barreras. El ejemplo de ella y de otros muchos deportistas se puede observar en el canal de YouTube del Comité Paralímpico Español.