Comunicación y lenguaje I: la publicidad

Imagen 2. Autor: Adrian Pingstone. Dominio público

Cristina continúa con su taller. ¿Recuerdas que antes nos habló de que los medios de comunicación pueden tratar de maneras diferentes un tema o un noticia y que, por ello, era importante decodificar la información, separar sus capa y poner en tela de juicio aquello de lo que se os está intentando convencer? Esta actitud crítica debéis aplicarla -nos cuenta Cristina-, asimismo, al mundo de la publicidad, extraordinario recurso de manipulación a través del lenguaje y de la imagen. Como sabéis, con ella, se informa sobre un producto; pero no solo para que conozcamos las virtudes del mismo. El objetivo final es que lo compremos.

La prensa nos ayuda a conocer la historia, puesto que, desde muy antiguo, se han publicado en ella las noticias. ¿Sabíais que en Roma existían medios públicos de difusión de la información? En los muros del palacio se exponían tablones en los que se citaban los principales acontecimientos. Después, en la Edad Media, surgieron los llamados "mercaderes de noticias", que vendían la información en los puertos. Evidentemente, el mayor avance en este tema lo supuso la invención de la imprenta en el siglo XV. Y así, hasta el siglo XXI, en el que su desarrollo ha sido extraordinario.

Desde el siglo XX, cuando ya la mayor parte de la población está alfabetizada, el número de lectores de la prensa ha aumentado considerablemente. Es evidente que, a mayor número de lectores, mayor poder de influencia en la opinión pública. Además, los periódicos necesitan recursos para su financiación y estos se consiguen mediante la publicidad. Si el periódico cuenta con un buen número de lectores, los anunciantes querrán ver publicados sus productos en él. Es evidente que estos dos mundos: publicidad y periodismo, están íntimamente relacionados. ¿Cómo, si no es, principalmente, con los medios de comunicación, recibimos el mensaje publicitario?