5. El deporte adaptado como promotor de valores y vehículo de integración social
Todos los autores coinciden en reconocer la utilidad del deporte como transmisor de valores y como herramienta para la integración. De igual manera, el deporte adaptado permite al deportista, con o sin discapacidad, transmitir una serie de valores, tanto positivos como negativos. Es por ello por lo que debemos cuidar la transmisión de dichos valores cuando estemos dentro de un terreno de juego, buscando promover solo los valores positivos.
Según Torralba (2001), dentro del deporte adaptado podemos dividir los valores en los cuatro tipos que observamos en la tabla I.
Tabla I. Valores en el deporte adaptado (Torralba, 2001)
Dimensión general |
Integridad, autosacrificio, lealtad, respeto a cada individuo y a los demás, autocontrol, humildad, justicia, comportamiento ético. |
Dimensión filosófica |
Disfrute, placer diversión, autoestima, respeto a los otros, control emocional, tolerancia, cooperación, amistad, integridad, salud y bienestar físico. |
Dimensión psicosocial |
Autoexpresión encaminada a la autorrealización, respeto y consideración por los otros, tolerancia, integridad, incremento y expansión de habilidades deportivas, competición controlada, responsabilidad, cooperación. |
Deportes internacionales |
Respeto mutuo entre adversarios, comprendiendo las diferencias culturales, amistad internacional, intercambio cultural, autorrealización máxima. |
De igual manera, el deporte adaptado es una herramienta más para la integración de las personas con discapacidad. Por un lado permite a las personas con discapacidad sentirse útiles, alcanzar logros como el resto de sus compañeros, así como participar en igualdad de condiciones en eventos deportivos. Por otro lado, el deporte adaptado, si es utilizado con el colectivo de niños y niñas, permite una concienciación hacia la realidad del mundo discapacitado, siendo consciente de los problemas y las limitaciones de las personas discapacitadas.
Según Torralba (2006), una manera de concienciar a los niños y niñas sobre las discapacidades es en el uso de los denominados juegos sensibilizadores. Estos tienen como objetivo sensibilizar a los niños y niñas de las dificultades de las prácticas físicas de sus compañeros con discapacidad y fomentar las prácticas físicas adaptadas, fomentando actitudes positivas y solidarias.