4.2. Trastornos relacionados con la función respiratoria
Los trastornos que pueden interferir en las funciones del intercambio gaseoso y de la ventilación son muchos, dando lugar a insuficiencia respiratoria.
Los más importantes son los trastornos restrictivos pulmonares, que ocasionan una restricción en el funcionamiento de los alvéolos dando lugar a un descenso de la insuflación pulmonar y los trastornos obstructivos pulmonares, donde la enfermedad pulmonar obstructiva crónica es el más grave.
Los trastornos obstructivos actúan en la inspiración y en la espiración, mientras que los restrictivos dificultan principalmente la inspiración
Trastornos restrictivos pulmonares
La característica fundamental de estos trastornos son unos volúmenes y capacidades pulmonares disminuidos.
Los factores que restringen la respiración pueden originarse dentro o fuera del pulmón. Entre las causas se incluyen:
- la fibrosis pulmonar (sustitución del tejido pulmonar por tejido cicatrizante) secundaria a la exposición de humos tóxicos, polvos de carbón u otros contaminantes
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Imagen de NIH en Wikimedia Commons. Dominio Público |
- las enfermedades inmunológicas, como el pulmón reumatoide
- la obesidad
- los trastornos metabólicos, como la uremia (acumulación de desechos en la sangre)
La restricción de la respiración puede deberse también al dolor que acompaña a una inflamación de la pleura o a lesiones como la contusión o fractura costal.
Es normal que los pacientes con enfermedad pulmonar restrictiva sufran disnea (respiración dificultosa) y no toleren una actividad física excesiva, lo que reduce su capacidad para llevar a cabo una vida normal.
El tratamiento consiste en eliminar la causa restrictiva, asegurar un adecuado intercambio gaseoso y mejorar la tolerancia al ejercicio.
Trastornos pulmonares obstructivos
La obstrucción de las vías aéreas puede estar ocasionadas por diferentes causas, por ejemplo, la exposición al humo del cigarrillo y a otros contaminantes ambientales puede desencadenar un estrechamiento reflejo de los bronquios.
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es un ejemplo de estos trastornos. Se trata de una obstrucción progresiva e irreversible en el flujo de aire espirado.
Las personas que padecen EPOC tienen dificultad para respirar, sobre todo para vaciar sus pulmones, y presentan un tórax hiperinsuflado. También presentan tos con moco e intolerancia al ejercicio.
Los principales trastornos en los pacientes con EPOC son:
- Bronquitis: se producen excesivas secreciones traqueobranquiales que obstruyen el flujo aéreo.
- Asma: trastorno caracterizado por espasmos recurrentes de la musculatura de la pared bronquial, que estrechan la vía aérea y dificultan la respiración. Aunque no existe cura, el tratamiento de los síntomas, como la disnea o la hiperventilación, puede mejorar la calidad de vida del asmático.
- Enfisema: degradación de los alvéolos que se destruyen y se funden aumentando de tamaño y disminuyendo sus capacidad de intercambio de gases. Causado por tabaquismo, tóxicos, enfermedades fúngicas o bacterianas o exposición continua al polvo.
A continuación se presenta un vídeo sobre el enfisema pulmonar y la EPOC