1.1 .Verdad y validez del conocimiento

Recurso propio
Al ver la argumentación y sus tipos en el tema 1 de esta unidad, pudimos conocer que existen dos clases de inferencias: las inductivas y las deductivas. Las primeras nos conducen a conclusiones más o menos probables, mientras que la deducción nos permite derivar consecuencias necesarias desde las premisas. Ya que hay dos clases de argumentos o razonamientos y la lógica se dedica al estudio formal de los mismos, podría hablarse entonces dos tipos de lógica: una lógica inductiva y otra deductiva. En todo caso, teniendo en cuenta que sólo las deducciones son argumentos estrictamente necesarios, es este argumento deductivo el principal objeto de estudio de la lógica formal y el ámbito al que nos ocuparemos en este capítulo.

Importante

Para empezar, debemos distinguir entre la verdad de los enunciados o proposiciones y la validez de los argumentos .

Los enunciados o proposiciones afirman o niegan hechos; en la medida que éstas se ajusten o no a la realidad, podemos considerar que éstas son verdaderas o falsas.

Si afirmo: "Hoy es 21 de junio", se trata de una proposición falsa, porque la que afirma no se corresponde con la fecha actual. La cuestión de la verdad o falsedad de los enunciados singulares no es algo sobre lo que la lógica tenga que pronunciarse, tan sólo sobre la validez de los argumentos.

Los argumentos son enunciados en los que desde una o más premisas se sigue una conclusión.

Un razonamiento es válido cuando a partir de premisas verdaderas se sigue una consecuencia verdadera, no lo es cuando ocurre lo contrario, o sea, cuando de proposiciones que son verdaderas se concluye una consecuencia falsa.

 

21 junio
Imagen de arteyfotografia con licencia CC

 

Si yo hago el siguiente razonamiento:

"La noche del 21 de junio es siempre la más corta del año.
Hoy es 21 de junio.
Por lo tanto, esta noche será la más corta del año".

El razonamiento es válido. Un lógico no investigará cuál es la fecha actual, o si la primera afirmación es cierta o no, pero si está en condiciones de afirmar que la conclusión se sigue necesariamente de las premisas anteriores.

Para saber más

Como hemos visto arriba, la validez de una inferencia está relacionada con la coherencia formal de la misma; la lógica no se ocupa de probar la verdad o no de las premisas empleadas en un argumento, tan sólo de garantizar la inferencia a una conclusión verdadera a partir de premisas verdaderas.
En algunos casos se habla también de la solidez de los argumentos. Con este concepto se pretende combinar la validez formal y la verdad de los enunciados; así un argumento sólido sería aquel que es válido lógicamente y cuyas premisas y conclusión son verdaderas.
En unas condiciones de presión atmosférica normal podríamos formular un argumento sólido como éste:
Si el punto de ebullición del agua es 100ºC y el agua contenida en este recipiente ha alcanzado dicha temperatura, ésta tiene que encontrarse en estado de ebullición.
El mismo argumento sería válido formalmente si se indicase una temperatura inferior, ya que de ser ciertas las premisas debería serlo necesariamente la conclusión, sin embargo carecería de solidez por la falsedad del primer enunciado.