Lo primero que hay que decir es que la lengua de todos los andaluces es la española. En Andalucía, en Cantabria, en Castilla León o en Chile se habla la lengua española y no debemos tener la idea de que esta lengua pertenece más a otras comunidades que a la nuestra. De hecho, no son pocos los escritores andaluces que han engrandecido la lengua española con su obra literaria.
Una vez aclarado esto ya podemos centrarnos en la identidad sociolingüístca andaluza. La defensa de la lengua española no debe ser obstáculo para que igualmente defendamos el hecho diferencial lingüístico andaluz. Sin detenernos en establecer si lo que hablamos en Andalucía es un dialecto del castellano o una modalidad lingüística del español, lo que sí parece claro es que nuestro habla presenta una enorme riqueza y complejidad, lo cual ayuda a explicar el hecho de que sobre un sustrato andalusí, el territorio andaluz tras la Reconquista fuera repoblado por gentes de toda la península ibérica.
Los andaluces no utilizamos la lengua española igual que los castellanos o los miembros de otros territorios hispanohablantes. Dentro de los usos lingüísticos peculiares de Andalucía, hay una serie de características fonéticas, morfológicas y, sobre todo, léxicas, que nos diferencian, nos identifican y nos confieren personalidad lingüística. Los andaluces debemos estar orgullosos tanto de nuestra lengua (lengua española), como del habla de nuestra tierra (habla andaluza). Debemos manifestar (e inculcar) aprecio y respeto a todas las lenguas y modalidades lingüísticas de España. Evidentemente, tenemos derecho a exigir el mismo respeto para nuestra modalidad lingüística, no debemos tener ningún sentimiento de frustración o complejo de inferioridad. La comunicación es la principal función de todo lenguaje y es innegable que la forma de hablar de los andaluces tiene una gran capacidad de comunicación.
Pero no hay una única forma de habla andaluza. Cada zona tiene sus particularidades y, por por poner el ejemplo más significativo, podemos ir a una localidad donde todos sus habitantes ceceen y luego recorrer unos kilómetros y ver como rápidamente pasamos a estar en un territorio donde se sesea. Lo mismo que decíamos con la unidad y variedad del español tenemos que mantener con lo andaluz. Hay que defender el habla andaluza como una realidad existente pero resaltando que está compuesta por una pluralidad de hablas. La diversidad no tiene por qué estar reñida con la unidad. Hay que buscar una norma andaluza flexible que no implique eliminar la riqueza y variedad que aportan las hablas locales.
Este es un vídeo alojado en Youtube en el que se analiza en clave de humor la forma de hablar de los andaluces. Recuerda que está realizado por gente de nuestra tierra y que no debemos tomarlo demasiado en serio y sí con sentido del humor. |