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Verdeo de la aceituna. Imagen de Eva Cote Montes yomada de la web del IAPH. |
El campo siempre ha sido una seña de identidad de lo andaluz. Tradicionalmente, la nuestra ha sido una región de carácter eminentemente agrícola, con unas tierras relativamente fértiles en las que abunda el latifundio y un clima templado aunque demasiado seco en verano, lo que hace necesario la utilización del regadío para algunos cultivos. Los cultivos tradicionales siempre han sido el cereal, la vid y olivo y la histórica escasez de innovaciones e inversiones ha provocado que las antiguas técnicas y formas de trabajar la tierra se hayan mantenido durante siglos. La emigración de la población rural a la ciudad que se produjo durante el siglo pasado y la entrada de España en la Unión Europea han obligado a modernizar algo la agricultura en las ultimas décadas pero muchos oficios y saberes agrícolas tradicionales se mantienen en uso y forman parte de nuestro patrimonio inmaterial.
La escasez de precipitaciones en la mayoría de zonas de Andalucía hace que no existan demasiados buenos pastos para la ganadería. Así, tradicionalmente ha sido el ganado caprino el que mejor se ha adecuado a las condiciones climáticas y de relieve de nuestra tierra, adaptándose bien al pastoreo en las zonas montañosas. El cerdo ibérico es la otra gran especie representativa de la ganadería andaluza, teniendo un excelente rendimiento sobre todo en las dehesas de Sierra Morena. De todos es conocida la fama de la que goza el jamón ibérico de Jabugo en todo el mundo. Por su parte, el cerdo blanco ha vivido cierto auge en los últimos años. Su productividad es elevada, pero su calidad es muy inferior a del cerdo ibérico. En cuanto al ganado vacuno siempre ha sido poco importante salvo en lo referido al toro de lidia. La cabaña ovina tampoco es especialmente abundante, por el contrario, las aves de corral no han parado de crecer en número con la proliferación de granjas avícolas ubicadas en los entornos urbanos para abastecerlos de huevos y carne de pollo.
En cuanto a la pesca, los mares que bañan el litoral andaluz no se pueden decir que sean abundantes en peces pero esta actividad siempre ha sido un recurso económico para los pueblos costeros desde época antigua. Tradicionalmente las capturas se producían cerca de la costa (bajura) pero el crecimiento y mejora de la flota pesquera le ha permitido faenar en aguas más profundas del Atlántico y del Mediterráneo. No obstante, el agotamiento de los caladeros tradicionales y las crecientes dificultades para faenar en aguas extranjeras, ha provocado en los últimos años que la pesca sea un actividad productiva en continuo descenso. La cría de peces en piscifactorías se presenta como una de las alternativas más viables a la crisis del sector.
Una vez realizado este repaso del sector primario andaluz, ya podemos entrar a ver algunos de los ejemplos de oficios y saberes tradicionales de este campo que podemos considerar como parte del patrimonio de nuestra comunidad. Podemos dividir estas actividades en dos tipos diferentes:
- Actividades agropecuarias y pesqueras: apicultura, ganadería extensiva, viticultura, olivicultura, huerta, dehesa, descorche, pastoreo, esquileo, arriería, recogida y recolección de frutos, artes de pesca fluvial y marítimas;
- Producción agroalimentaria: producción de aceite, vinicultura, panadería, producción de queso, aguardientes, producción de mosto, producción de miel, actividad salinera.…