Orientaciones para el alumnado

Nace un bebé y ya empiezas a escuchar frases como esta: "Tiene los ojos de su padre" "Tiene la nariz de su madre". Y cuando crece, seguirás escuchando entre los conocidos de la familia frases parecidas: "Con los años se está pareciendo más a su tía" "Ha heredado el carácter de su abuelo". También puede haber heredado una estupenda forma física o, lamentablemente, la predisposición a una determinada enfermedad. Cada persona es un mundo, pero es también el fruto de una herencia, en parte por genética y en parte por educación.

Y lo mismo que pasa con las personas, pasa con las sociedades y las culturas en las que habitan. Quieras o no, somos hijos de una Historia. Y de ella heredamos muchos de nuestros rasgos, tanto nuestras virtudes como la predisposición a ciertas enfermedades. Por supuesto que podemos hacer mucho por cambiar eso o por conservarlo, según nos interese. Pero la Historia nos pone siempre el punto de partida y las cartas con las que salimos.

Y nuestro mundo, nuestra sociedad, es sobre todo descendiente de dos grandes revoluciones que se dieron prácticamente a la vez: una revolución política, que implantó nuestro modelo político de democracia liberal, y una revolución económica, que dio luz al mundo industrializado. Que puedas expresarte libremente o que puedas encender una bombilla depende de esas dos revoluciones.

Manifestación en Camboya
Manifestación contra el gobierno en Camboya en 2013
Imagen en Flickr de Luc Forsyth. Licencia CC BY-NC 2.0

Así que lo que vamos a estudiar en este bloque es el nacimiento del mundo actual. ¿Cómo lo vamos a hacer?

En el Tema 1 vamos a ver el punto de partida: el Antiguo Régimen que dominó Europa hasta el siglo XVIII. Y ahí mismo veremos cómo una serie de movimientos políticos y culturales, en concreto la Revolución Inglesa, la Revolución Científica y la Ilustración, cuestionaron ese Antiguo Régimen y establecieron las bases de lo que será el liberalismo político.

En el Tema 2 veremos el gran acontecimiento que extendió por toda Europa los ideales del liberalismo político: la Revolución Francesa. Veremos sus luces y sus sombras, mitad y mitad de idealismo y de brutalidad. Y veremos cómo el resultado de esta revolución fue, curiosamente, la creación de uno de los mayores imperios europeos, el Imperio Napoleónico, y varios años de guerra europea, a lo largo de la cual los ideales revolucionarios se extendieron por toda Europa. Esta guerra afectó muy directamente a España. Pero en medio de la tragedia de la guerra nació la primera constitución española, la Constitución de Cádiz de 1812.

En el Tema 3 nos volveremos al otro gran proceso revolucionario: esa revolución económica a la que llamamos Revolución Industrial. Así que en este tema volveremos al punto de partida, el siglo XVIII, y avanzaremos hasta el final del marco temporal de este bloque, el inicio de la Primera Guerra Mundial, en 1914. Veremos los grandes avances que provocó la Revolución Industrial en sus dos primeras fases: Primera Revolución Industrial y Segunda Revolución Industrial. Veremos como estos avances cambiaron completamente la forma en que se organizaba la economía, pero también como provocaron grandes cambios en la población, la sociedad, el pensamiento y la política.

Finalmente, en el Tema 4 volveremos a la política, estudiando como la derrota de Napoleón en 1815 hizo pensar a muchos que se podía conseguir la Restauración del absolutismo. Pero se equivocaron. Tres ideales inspiraron un siglo de revoluciones en Europa: el liberalismo, el nacionalismo y los primeros socialismos. En la primera mitad del siglo XIX tres grandes oleadas revolucionarias (1820, 1830 y 1848) implantaron el liberalismo político en buena parte de Europa. En la segunda mitad del XIX los nacionalismos cambiaron el mapa europeo, unificando estados como Italia y Alemania o independizando territorios como las posesiones turcas en la Europa de los Balcanes.

Paisaje industrial
Paisaje industrial
Imagen en Flickr de Louis Vest. Licencia CC BY-NC 2.0

En cada tema encontrarás los contenidos divididos en varios apartados con contenido nuevo. En total este bloque tiene 12 apartados distribuidos entre los cuatro temas. A la hora de organizar el tiempo, ten en cuenta que este bloque representa la mitad del módulo 7. Eso son aproximadamente 6 semanas. Por tanto, cada semana deberías ser capaz de avanzar, de media, 2 apartados con contenido nuevo, además de repasar lo anterior y realizar las tareas. Como es lógico, algunos apartados te parecerán más difíciles que otros, por lo que tendrás que dedicarles comparativamente más tiempo.

Al final de cada apartado encontrarás actividades de autoevaluación que te permitirán comprobar si has comprendido correctamente los contenidos o si es necesario repasarlos más. También son muy útiles como actividades de repaso una vez que hayas avanzado a otros apartados.

Cada tema incluye también un resumen después de los apartados de contenido nuevo, para que puedas afianzar los contenidos y verlos todos a un golpe de vista. Algo parecido, pero sintetizando todo el bloque, lo encontrarás en el mapa conceptual que tienes en estos Elementos Comunes.

Finalmente, cada tema concluye con una actividad práctica que te proponemos, bajo el título Para aprender hazlo tú. Esa actividad te permitirá poner en juego de una forma práctica los conocimientos adquiridos, desarrollando tu capacidad para saber como usarlos. Estas actividades prácticas se centran en el análisis de documentos escritos y de mapas históricos, dos herramientas que son fundamentales no solo para conocer la Historia, sino también el mundo real. Piensa, por ejemplo, cómo podrías entender un artículo de prensa sobre la guerra siria sin ser capaz de comprender lo fundamental del texto y sin ser capaz de interpretar el mapa que lo acompaña.

Los objetivos que deberías alcanzar en el presente bloque son los siguientes:

  1. Explicar las características del Antiguo Régimen en sus sentidos político, social y económico.
  2. Conocer la importancia de la Revolución Científica de los siglos XVII y XVIII.
  3. Conocer el alcance de la Ilustración como nuevo movimiento cultural.
  4. Comprender el alcance, las limitaciones y las consecuencias de la Revolución Francesa e identificar sus principales hechos.
  5. Describir los hechos relevantes de la Revolución Industrial y su encadenamiento causal.
  6. Analizar la evolución de los cambios económicos en España a raíz de la industrialización parcial del país.
  7. Comprender el alcance y las limitaciones de las revoluciones liberales de la primera mitad del siglo XIX e identificar sus principales hechos, tanto en Europa como en España y América.
  8. Comprender los nacionalismos los grandes movimientos nacionalistas europeos de la segunda mitad del siglo XIX, identificando sus principales hechos.