Historia inicial
¿Sabes lo que fue la primavera árabe?
Lee el texto que aparece a continuación, que es un extracto de un documento más amplio que firma en su página web Amnistía Internacional.

Actividad de lectura
La primavera árabe cinco años después.
"En 2011, la gente tomó las calles en todo el mundo árabe, presionando a sus dirigentes para que pusieran fin a decenios de opresión.
En Oriente Medio y el Norte de África hubo un estallido sin precedentes de protestas populares y exigencias de reformas. Comenzó en Túnez y, en cuestión de semanas, se extendió a Egipto, Yemen, Bahréin, Libia y Siria.
Fueron derrocados líderes autoritarios que ostentaban el poder desde hacía mucho tiempo, como Hosni Mubarak en Egipto y Zin el Abidín Ben Alí en Túnez.
Mucha gente albergaba la esperanza de que esa Primavera Árabe instauraría nuevos gobiernos que traerían reformas políticas y justicia social. Pero la realidad es que hay más guerra y violencia, y que se reprime a quienes se atreven a alzar su voz por una sociedad más justa y abierta. (...)
Cinco años después, los derechos humanos continúan siendo atacados en toda la región. Cientos de miles de personas, muchas de ellas niñas y niños, han muerto en los conflictos armados que continúan asolando Siria, Libia y Yemen. El conflicto sirio ha generado la mayor crisis de refugiados del siglo XXI. (...)
Desde el levantamiento de 2011, conocido como Revolución de los Jazmines, en general se ha considerado a Túnez como el único caso de éxito de las protestas de la Primavera Árabe, y el país ha tomado una serie de medidas importantes para apoyar los derechos humanos. La ciudadanía tunecina ha adoptado una nueva Constitución que protege muchos derechos humanos importantes, como la libertad de expresión y de reunión, y prohíbe la tortura. También ha elegido un nuevo Parlamento y un nuevo presidente. (...) A pesar de algunos modestos avances, la situación sigue siendo delicada."
La primavera árabe es un ejemplo cercano de un fenómeno que vamos a estudiar en este tema: las revoluciones políticas. De entrada, nos muestra dos características de estas revoluciones:
- Que los motivos de descontento pueden acumularse durante años y años sin que estalle una revolución, pero que cuando estalla una es fácil que se contagie a países cercanos. A eso le solemos llamar oleada revolucionaria. En 2011 la mecha de esa oleada fue la revolución de Túnez.
- Que una vez que estalla una revolución, no se puede saber a dónde llevará. Primero, porque nadie puede saber si la revolución triunfará o fracasará. A veces la reacción contra la revolución es tan fuerte que el resultado es el contrario al que los revolucionarios querían. Segundo, porque cuando estalla una revolución todo el orden político queda en cuestión, lo que hace que muchos grupos con ideas muy diferentes traten de hacerse con el control de la revolución.
Compara, por ejemplo, estos dos casos. El movimiento empezó en Túnez como una lucha por las libertades democráticas. En ese país, la revolución consiguió parte de lo que quería. Pero en Siria llevó a una brutal guerra civil y a que una organización fundamentalista, que se llama a sí misma Estado Islámico, aprovechara para tomar el control de una parte del país y empezar una sangrienta campaña de terrorismo.
Para entenderlo mejor, mira la piedra de esta imagen. Digamos que una revolución es como esta piedra. Muchas fuerzas pueden intentar ponerla en movimiento durante años y años sin lograrlo. Y sin embargo en el momento justo puede bastar un último empujoncito para lograrlo. Eso sí, una vez que la piedra se lanza cuesta abajo, ni siquiera los que la han empujado pueden controlar dónde se detendrá.
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Imagen en Flickr de I. Benvenuty Cabral. Licencia CC BY-NC-SA 2.0 |
Durante el período que vamos a estudiar en este bloque, los siglos XVIII y XIX, el lugar de donde salían todas las revoluciones no era el mundo árabe, sino Europa.
Las revoluciones políticas trajeron violencia, guerra y muertes a Europa. Pero también trajeron un nuevo mundo de libertades políticas que, con todas sus limitaciones, seguimos disfrutando y construyendo hoy en día.
Pero de Europa también salieron en ese período otras revoluciones que no son políticas, que no son tan sangrientas e impactantes, pero que han cambiado el aspecto del mundo tanto o más que las revoluciones políticas: una revolución cultural que nos trajo la Ciencia moderna; una revolución económica que nos convirtió en un mundo industrializado.
Piensa que sigues viviendo revoluciones de ese tipo, aunque a veces no te des cuenta. ¿No es una revolución cómo ha cambiado nuestra forma de ver el mundo con los ordenadores, internet o las telecomunicaciones?
Pero esas revoluciones de hoy serán materia de otro bloque. Por ahora, centrémonos en esos años agitados en los que nació el mundo contemporáneo.
Pero antes de entrar en faena, ¿qué es una revolución?

Actividad
Una revolución es un cambio rápido y brusco en la forma en la que se organiza la economía, la sociedad, la política o la cultura. Ese cambio rompe con el pasado y con las normas establecidas. En el caso de las revoluciones políticas, suelen ser violentas.