2.2. Las relaciones con el norte de África y con el mundo islámico

Los conflictos económicos y territoriales con los países del norte de África.

El hecho de tener unas fronteras muy cercanas ha facilitado los intercambios humanos, pero también ha generado otros problemas derivados de esa proximidad.

Es el caso de las aguas jurisdiccionales y las cuestiones pesqueras. España apenas si posee aguas continentales con una amplia plataforma submarina que facilite la presencia de importantes bancos pesqueros y por tanto de pesca.

Pero no es el caso de Marruecos donde, aunque sea ya fuera del ámbito estrictamente Mediterráneo, las costas poseen poca profundidad, lo que favorece la presencia de numerosas especies piscícolas. Tradicionalmente las flotas españolas han faenado en esas aguas, pero desde hace varias décadas, Marruecos exigió el respeto a las mismas, dado que legalmente se encuentran bajo su soberanía.

Eso significó un conflicto de intereses que todavía no se ha resuelto totalmente, aunque ha implicado la necesidad de acuerdos pesqueros para poder faenar en aguas que no están bajo la jurisdicción española.

A pesar de la necesidad de regular la pesca, los puertos mediterráneos poseen en muchos casos una actividad notable, como sucede con Algeciras, Málaga o Almería, por poner algunos ejemplos andaluces. Ya no es la pesca la principal fuente de riqueza que a ellos llega. Ahora son las mercancias que portan los barcos contenedores, o bien la gran cantidad de personas y vehículos que se desplazan todos los años a través de ellos por causas diferentes.

La cuestión de las aguas jurisdiccionales plantea numerosos problemas de tipo pesquero

La cuestión de las aguas jurisdiccionales
plantea numerosos problemas de tipo pesquero
Imagen en Wikipedia de historicair bajo CC

Dependencia económica y deslocalización industrial.

España es un país deficitario en hidrocarburos y, por lo general, en energías no renovables. De ahí que dependa en gran medida del suministro que le prestan terceros países para mantener su actividad industrial y económica.

Sin embargo, el norte de África, aunque no concretamente la zona del Magreb si no el desiérto del Sáhara, sí que dispone de grandes recursos energéticos. Por ese motivo, España ha buscado esa energía que necesita allá donde más cerca se encuentra. Eso ha hecho que gaseoductos procedentes de Argelia o petróleo de Libia estén abasteciendo y permitiendo la industria, el transporte y la calefacción en nuestro país.

Y a cambio, estos países están recibiendo a industrias que si bien anteriormente se ubicaban en España, con los cambios recientes de la economía, se están desplazando a lugares donde la mano de obra es más barata y por tanto los rendimientos y los beneficios de las empresas son mayores.

Es el fenómeno denominado deslocalización industrial. Y no solo habría que hablar de industria. Algo parecido está sucediendo también en la agricultura. El norte de África es un territorio muy fértil a pesar de que muchas zonas son áridas.

Allí se pueden dar cultivos de tipo Mediterráneo de la misma forma que lo hacen en el sur de Europa. Sin embargo, las personas que trabajan en la producción y recolección de los mismos, reciben a cambio un sueldo considerablemente inferior al que recibirían en el continente europeo por ese mismo trabajo. La consecuencia es que también muchas agroindustrias están desplazándose hacia los países del Magreb con el objetivo de aumentar su productividad, sin que apenas aumenten sus gastos en salarios para los trabajadores, como sucede a las que todavía permanecen en España.

El resultado de todo esto, es un considerable desplazamiento de las actividades hacia el norte de África mientras que en nuestro país, la actividad industrial y también la agraria disminuyen en la misma proporción.

Grúa para la construcción del gaseoducto entre Argelia y Almería

Grúa para la construcción del gaseoducto entre Argelia y Almería
Imagen enWikipedia de horrapics bajo CC