7. La exclamación y la interrogación

Actividad

La interrogación (¿?) se utiliza para hacer preguntas directas al receptor. La exclamación (¡!) sirve para mostrar la exaltación emocional y transcribir interjecciones.
En castellano, tanto los signos de interrogación como los de exclamación se colocan al principio y al final del texto.

Actividad de Espacios en Blanco

Completa los espacios en blanco con los signos de interrogación o exclamación correspondientes.

 

1.- Cuánto dinero te han costado estos libros Veinte euros; no han sido muy caros. Menudo chollo

2.- Virgen santa Es que te has vuelto loco

3.- Con lo que te gusta la música, por qué no estudias solfeo

4.- Qué regalo tan estupendo me ha hecho mi madre -dijo Juan anoche-.

5.- Oye, qué susto me diste ayer Es que no piensas tener más cuidado

 

 

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Pre-conocimiento

Recuerda que no se pone punto después del cierre de los signos de interrogación y de exclamación.

Actividad de Lectura

    Reflexiona sobre cómo se debería puntuar correctamente el siguiente texto atendiendo a los signos de interrogación y exclamación.

 

Qué bonita es España  -dijo la hermana de mi amigo alemán.  Crees que podremos volver el año que viene cómo me gustaría  Oh, mira esa fuente  Qué enorme es  Y aquellos jardines tan frondosos que nos rodean  Anda  por favor,  pídele a nuestros padres que nos dejen volver  Qué feliz me siento aquí

Si quieres practicar con los signos de interrogación y admiración pincha en la imagen.

Imagen modifica sobre un original de jpcolasso en Flickr bajo licencia de CC

 

Actividad

    La interrogación retórica es una pregunta que el emisor se hace a sí mismo o a otra persona y que no espera respuesta, pues es, en realidad, una reflexión.


Comprueba en estos ejemplos literarios el uso de la interrogación retórica, ya que es un recurso muy utilizado en poesía.

 

 

¿Qué se hicieron las damas,

sus tocados y vestidos,

sus olores?

¿Qué se hicieron las llamas

de los fuegos encendidos

de amadores?

 

Jorge Manrique, Coplas a la muerte de su padre

 

 

 

¿Por qué , pues has llagado

aqueste corazón, no le sanaste?

Y, pues me le has robado,

¿por qué así le dejaste

y no tomas el robo que robaste?

 

San Juan de la Cruz, Cántico espiritual