2.2. Las formas nominales
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Joven con un cálamo, Pompeya Imagen en Wikimedia . Dominio público |
Mientras que la forma de conjugar verbos en latín y en castellano es similar, no ocurre lo mismo con los sustantivos, adjetivos y pronombres a los que iremos variando las terminaciones para distinguir entre género (masculino, femenino y neutro), número (singular y plural) y caso (accidente gramatical propio del latín, que te explicamos a continuación). Cuando añadimos estas terminaciones estamos declinando los sustantivos, adjetivos y adverbios.
En latín como en castellano, cuando modificamos la parte final de una palabra estamos o conjugando un verbo o declinando un sustantivo, por lo que:
A. Conjugación: afecta a los verbos.
B. Declinación: afecta a sustantivos, adjetivos y pronombres.
EL GÉNERO
El latín posee tres géneros: masculino, femenino y neutro. Como herencia del indoeuropeo, el latín distingue entre palabras animadas (masculinas y femeninas) y palabras inanimadas (neutras). Cuando te encuentres en latín un sustantivo neutro, lo traducirás al castellano por un sustantivo masculino o femenino.

Curiosidad
¿Por qué no hay género neutro en español?
En la evolución del latín a las lenguas romances, el género neutro desapareció casi por completo.
En castellano solo expresan género neutro los pronombres y el artículo lo que utilizamos para sustantivar, como en "Me gusta lo azul".
EL NÚMERO
El latín como el castellano posee dos números: singular y plural.
EL CASO
En latín el sustantivo, adjetivo y pronombre cambian su parte final no sólo para indicar el número y el género, sino también para expresar la función sintáctica que desempeñan dentro de la oración. Estos cambios en la parte final de la palabra toman el nombre de caso, correspondiéndose cada forma a una diferente función sintáctica.
Observa detenidamente los siguientes ejemplos de las mismas frases en latín y en español:
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Fíjate cómo las palabras en latín van cambiando su terminación (magistrA, magistrAM, magistrAE) según la función sintáctica que realizan en la oración (función sujeto, función CD, función CI, ...), mientras que eso no ocurre en español.
Se denomina caso a cada una de las formas que adopta el sustantivo, adjetivo o pronombre según la función que desempeña en la oración. Así, la forma magistra es un caso, magistram otro y magistrae otro más.
