5. Los climas regionales de la península y las islas
España es, desde un punto de vista climático, un país con numerosos contrastes. En poco más de medio millón de kilómetros cuadrados se encuentra una gran variedad de climas. Así podemos encontrar desde climas fríos de alta montaña, en los que las temperaturas descienden en a veces hasta por debajo de los treinta grados bajo cero, hasta climas extremadamente calurosos, como el del valle del Guadalquivir, que se aproxima en ocasiones a los 50 grados a la sombra.
Y no solo se trata de las temperaturas, también las precipitaciones son extraordinariamente distintas. Así, hay zonas en el norte de España en las que llueve cerca de tres mil litros al año, mientras que en el extremo opuesto, en el Cabo de Gata en Almería, no se llega ni a los 200 litros. Y si hablamos de las islas Canarias la aridez llega a su punto máximo. En determinados puntos no llueven ni 100 mm. por año, es decir, podemos hablar de climas prácticamente desérticos.
Esto hace que el mosaico climático existente en nuestro país sea de lo más variado. En este tema analizaremos los dos climas más extendidos, el Atlántico u Oceánico, en las regiones del norte, y el Mediterráneo, que se extiende por el resto del territorio peninsular y por las islas Baleares.
Los climas de España
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Pero el clima Mediterráneo ocupa un espacio muy extenso para ser homogéneo. De ahí que sea conveniente subdividirlo en tres variantes. Una la que llamamos propiamente Mediterráneo y que se localiza en las regiones costeras de ese mar entre las que se incluyen las islas Baleares. Una segunda es la que se da en el interior de la Península. Al carecer de influencia marina, adopta una variante mucho más continentalizada, caracterizada principalmente porque los inviernos son bastante fríos. La tercera es la variante semi árida, que es la que se localiza en el sureste de la península, en las costas de Almería y Murcia, fundamentalmente.
Además de esos dos climas, hay otros que son menos representativos pero que también analizaremos. Uno de ellos es el clima frío de alta montaña, que por regla general se ubica por encima de los dos mil metros de altitud. Finalmente, el clima canario, propio de las islas del mismo nombre y que a consecuencia de su latitud tan meridional y de una serie de características muy peculiares, se presenta como uno de los dominios climáticos más agradables que existen. De ahí que las Canarias se hayan convertido en un paraíso para el turismo