2.1. Desde los orígenes hasta las guerras púnicas
Se sabe que, durante la monarquía, los romanos sabían leer y escribir y, aunque su educación estaba reducida a ciertas disciplinas como la agricultura, el derecho y la instrucción militar, de gran importancia en la época, también cultivaron cualidades fundamentales para la vida familiar y social como la honestidad y la moralidad.
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Escena de recolección en la época romana Imagen de DieBuche. Dominio público |
Cesare Maccari. Ciceron desenmascara a Catilina Imagen de Hokahoka. Dominio público |
Guardias pretorianos Imagen de dominio público |
Se empieza a tener constancia de la existencia de escuelas comunes para chicos y chicas, incluso en aldeas. El material con el que contaban para su instrucción, eran los libros sobre literatura, gimnasia, equitación o natación que el padre se encargaba de escribir.
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Láminas de papiro Imagen de B. SimpsonCairocamels en Wikimedia. Dominio público |
Pergaminero alemán del s. XVI Imagen en Wikimedia. Dominio público |
Gimnasio de Pompeya Imagen de Haiduc. Licencia CC 3.0 |
Si faltaba el padre era una persona mayor de la familia la que se responsabilizaba de la educación del niño, una presencia muy necesaria que servía de estímulo hacia las virtudes y de freno ante los vicios o acciones deshonrosas.
La educación estaba orientada a las circunstancias prácticas de la vida:
- preparación para la vida pública: una vez terminada la educación familiar sobre los 16-17 años, con la toma de la toga viril, el joven comienza su vida pública de mano de un familiar experimentado en los asuntos políticos, militares y cívicos. Primero aprendía los asuntos políticos y judiciales (tirocinium fori), y luego, estos eran interrumpidos por el servicio militar (tirocinium militiae), en el que aprendía a mandar obedeciendo; ambos constituían el paso previo a su incorporación a la carrera política (cursus honorum).
- moral romana: tener unos sólidos valores era algo en lo que los romanos ponían especial atención; para ellos era fundamental que el romano tuviera una conciencia firme en pro de la patria por encima de él mismo. Y así era, para un romano no había mayor gloria que el que sus acciones tuvieran una repercusión positiva más allá de su prestigio personal.
- ideal de la vida familiar: la educación de un joven romano comenzaba con los valores y tradiciones que su propia familia le transmitía a través de los hechos memorables realizados por sus antepasados. Teniendo en cuenta que cada familia era un elemento fundamental de la gran familia que era la patria, esta participación en la historia de su pueblo les infería un profundo respeto y amor a lo que sentían como suyo.
- piedad: consistía en el cumplimiento con pureza de los ritos y las ceremonias tradicionales de la religión romana, es decir, en el respeto y obediencia de la ley natural tanto a nivel familiar como a nivel social.
- formación profesional: la preparación que recibieron los romanos estaba orientada a la potenciación de las virtudes necesarias para su trabajo en el campo y en el foro. Para ello se escribieron importantes tratados de agricultura (Catón, Varrón...) y comentarios jurídicos del Ius Papirianum o del Código de las XII Tablas.

AV - Actividad de Espacios en Blanco

AV - Pregunta Verdadero-Falso
Retroalimentación
Falso
Si existían, de hecho eran sus propios padres los que se encargaban de escribirlos para ellos sobre las materias en las que se instruían.Retroalimentación
Falso
El padre no sólo intervenía en el proceso de enseñanza-aprendizaje de su hijo, sino que su presencia era fundamental, tanto para estimularlo hacia los valores y virtudes como para frenarlo en los defectos y vicios.