2. Píndaro
La lírica griega clásica Píndaro (en griego Πίνδαρος) nació, se cree en Cinocéfalos, Beocia, hacia el 518 a.n.e.
Es uno de los autores más mimados por la posteridad, y se trata de una fama bien merecida. Tras escribir, a los veinte años, su primera Pítica, le llueven encargos de todas partes en Grecia. Escribió todo tipo de cantos corales, entre ellos cuatro libros de epinicios (Olímpicas, Píticas, Ístmicas y Nemeas), que han llegado prácticamente intactos hasta nosotros. Los epinicios se componían para celebrar el regreso de un vencedor en los juegos a su tierra natal. Evidentemente, se trata de un homenaje al deportista: los pormenores relativos a la competición son muy escasos, y se habla sobre todo del campeón, de sus triunfos, su familia y su ciudad. Como eran cuatro las competiciones panhelénicas, se explica que los epinicios fueran tan populares. A pesar de no ser el tema principal, el mito sigue ocupando el centro del poema en espacio e importancia. Puede estar relacionado con la ciudad, la vida del vencedor, o bien proponerse como ejemplo. Píndaro insiste muchas veces en su papel como poeta, en que la poesía es un don divino que hay que acrecentar con el esfuerzo diario. Se considera a sí mismo profeta, intermediario entre los dioses y los hombres. Una concepción tan profunda y seria ha de reflejarse en su obra: la forma de sus cantos ha de ser sólida y simétrica, pero sin excluir el movimiento, en tanto que la poesía es esencialmente dinámica. Es consciente de su propia importancia: de nada servirían las hazañas de los hombres si el poeta no las perpetuase. Como consecuencia de estas ideas, Píndaro centra su atención en los grandes hombres y en sus descendientes, es decir, en la aristocracia. También ensalza continuamente a los dioses, porque un canto que proviene de ellos ha de encaminarse a su alabanza. Cualquier maldad atribuida a los dioses es falsa. Trata a Homero y Hesíodo de impíos, y niega muchos aspectos de la leyenda heroica en que los dioses aparecen en actitud poco airosa. Escribió, según se sabe:
En sus poemas se refiere muchas veces a sí mismo, se dirige a las Musas, al coro o a su director, habla de sus sensaciones, emite opiniones propias, consejos, máximas, finge dudar en la elección del tema, etc. Tuvo una vida larga y feliz y murió en Argos en el año 438 a.n.e. |