1.2 Munera o ludi
Las luchas de gladiadores tienen su origen en las honras fúnebres de los etruscos, pues, para ellos, la muerte de prisioneros o esclavos era lo mejor que podían ofrecer a sus difuntos. Cuando los etruscos descendieron hacia la Campania, aficionaron a los habitantes de esta región del sur de Italia a estos combates y, una vez establecidos allí, llegaron a extenderse por el Lacio hasta Roma, donde se vieron por primera vez en el siglo III a. C. Las familias adineradas siguieron la tradición etrusca de organizar dichos combates como ofrenda para sus difuntos, que se denominaron munera; esta palabra, que deriva del sustantivo neutro munus-eris, en plural designaba precisamente las luchas entre gladiadores con ocasión de los funerales de personas de cierta importancia. Los munera solían desarrollarse junto al cuerpo del difunto que, a veces, era el que dejaba escrito en su testamento los gladiadores que quería que luchasen en su ceremonia de entierro. Al principio fueron ocasionales y llevados a cabo por particulares, pero más tarde, en el siglo II a. C, eran tan frecuentes y atraían tanto a la gente que, no sólo se incorporaron a los espectáculos públicos (ludi), sino que se empezaron a legislar (leges gladiatoriae) cuestiones como el número de gladiadores o la cantidad de dinero destinada a sufragar sus gastos.
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Detalle de un senadoconsulto de Itálica |
Los gladiadores eran prisioneros de guerra, condenados a trabajos forzosos o a luchar (ad gladium o ad ludum), esclavos e, incluso, hombres libres con una vida miserable, que renunciaban a sus derechos de ciudadano, atraídos por las recompensas que podían obtener. También había hombres libres de clases altas, que se exponían
a los peligros de los combates a cambio de demostrar su valentía, ganar
premios y lograr fama y popularidad. Sus triunfos, no sólo les suponían
un gran éxito entre las mujeres, sino que también quedaban
inmortalizados socialmente a través de poemas, retratos, grabados o
relieves.
Sólo algunos gladiadores podían optar a la formación en las escuelas de gladiadores, bien privadas gestionadas por los lanistas (especie de apoderados de gladiadores), o bien del Estado. Aunque el entrenamiento de los gladiadores era muy duro, el lanista procuraba que fuera el adecuado para no perjudicar a estos gladiadores que constituían su fuente de ingresos. Aprendían todas las técnicas y tácticas que les iban a ser necesarias en la lucha: primero con armas ligeras y muñecos de paja y luego con armas más pesadas (las que usarían en los combates). Eran alimentados con una dieta rica en grasas que favorecía su musculación y, cuando se lesionaban o eran heridos en combate, recibían cuidados médicos.
Los torneos de gladiadores eran tan populares que se anunciaban en las paredes de las casas, de los edificios públicos e incluso en las paredes de los sepulcros que había en las entradas de las ciudades. Había programas en los que quedaba recogido la ocasión del munus, el número de parejas de gladiadores que combatirían, el nombre de la ciudad en la que tendría lugar (también se anunciaban en otras ciudades), fecha de los días en los que se celebraría y otros detalles del espectáculo.
La noche antes del combate se ofrecía públicamente una cena libera en la que comían manjares y resolvían sus asuntos por si morían.
El espectáculo comenzaba con un desfile en el que los gladiadores, vestidos y armados, daban la vuelta a la arena del anfiteatro parando ante la tribuna imperial para saludar al emperador con el conocido "Ave, Caesar, morituri te salutant (Ave César, los que van a morir te saludan)" y ante el editor para mostrar sus armas y comprobar que seguían las normas reglamentarias. A continuación, simulaban un combate con aficionados deseosos de mostrar sus facultades a modo de calentamiento para luego empezar con la lucha.
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Pollice verso, cuadro de Jean-Léon Gerôme (phoenix Art Museum) Este material está en dominio público en Estados Unidos y en los demás países donde el derecho de autor se extiende por 100 años (o menos) tras la muerte del autor
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Solían combatir gladiadores de categorías diferentes, por lo que la
vestimenta y las armas que llevaban eran distintas. Se luchaba normalmente por parejas y varias al mismo tiempo. En ocasiones, lo hacían en grupos, organizándose igual que
en el ejército. Los que vencían en un torneo, subían de categoría y los
veteranos se convertían en instructores.
El final del combate llegaba cuando uno de los gladiadores caía herido al suelo o quedaba desarmado ante el contrincante. Era en este momento en el que quien presidía los juegos dejaba que el público decidiera si se le perdonaba la vida o se le mataba. En el primer caso, el público agitaba los pañuelos en el aire al tiempo que gritaba "mitte (¡libéralo!)" y, en el segundo caso, colocaba el pulgar hacia abajo (pollice verso) y gritaba "iugula (¡degüéllalo!)". Era la valentía y la elegancia a la hora de morir lo que les gustaba especialmente; por eso, el gladiador, cuando evadía el enfrentamiento, era castigado con látigos y hierros incandescentes; en cambio, cuando caía herido de muerte con actitud valerosa, era aplaudido; cuando ambos contrincantes sobrevivían al combate, después de haber luchado con coraje, el público solía permitirles seguir viviendo. El vencedor obtenía como premio una palma con la que daba una vuelta al anfiteatro. También podían recibir regalos y fuertes sumas de dinero. Al final de su vida recibía una espada de madera, que simbolizaba su retirada.
El afán de los emperadores por dar gusto al pueblo, unido a la sed de sangre y espectáculo, tuvieron como consecuencia que estos ludi degeneraran en torneos en los que morían todos: combates entre mujeres y pigmeos o senadores y mujeres de clase alta forzados a luchar; atrocidades rechazadas firmemente por autores como Cicerón o Séneca que acabaron con su prohibición en el siglo IV y su completa desaparición en el V d. C.

Retiarius: era la forma más humilde de luchar. Iba semidesnudo, con un protector en el vientre (subligaculum), un brazalete o manga que le cubría el brazo izquierdo hasta el hombro con un metal sobresaliente (galerus)
con el que protegía parte de la cabeza que llevaba al descubierto y
armamento ligero, consistente en una red para envolver al adversario y
un tridente o puñal para rematarlo.
Gallus o "murmullo": contrincante de los retiarios, designado de dos maneras: gallus por el tipo de armadura que llevaba; o murmullo por el pez que lucía en su casco. Portaba un escudo, una hoz y un casco.
Secutor: gladiador con casco integral liso, con sólo unos agujeros para los ojos, y escudo rectangular curvo.
Samnita: iba equipado con una armadura pesada formada por un casco (galea) grande cerrado con dos alas y adornado con plumas (pinnae) y un penacho (crista) que aumentaba su estatura gracias a su forma de cresta; una espada corta; un escudo rectangular grande y ligeramente curvo; y unos protectores de cuero o metal en el brazo derecho, donde no podía defenderse con su escudo, y en la pierna izquierda, a modo de espinillera (ocrea).
Trhaex: llevaba una espada muy corta y ligeramente curva (sica) para matar a sus contrincantes por la espalda; casco y protectores en ambas piernas, en el vientre (subligaculum) y en el brazo derecho (manica); todos ellos muy necesarios por lo pequeño que era su escudo (parma o parmula) cuadrado, redondo o triangular.
Homoplachus: era un tipo de gladiador fuerte, portador de armas pesadas y armadura completa, formada por un casco cerrado con visera, coraza, protectores en las piernas (hasta las rodillas y en los muslos) y un escudo circular.
Provocator: gladiador con cuyos combates se solía comenzar los espectáculos de lucha en los anfiteatros. Contaba con
un casco de dos viseras sin alas para no engancharse en las redes de
los reciarios; un protector en el pecho; un escudo y una espada.
Dimanchaerus: categoría de gladiadores a la que parece que perteneció Espartaco. Iba equipado con un cinturón ancho, protectores en ambas piernas y brazos y dos espadas. No llevaba casco.
Eques: similar a un soldado a caballo, armado con un casco con visera, una clámide sobre sus hombros, una lanza y una rodela. Combatía a galope contra otro gladiador de su misma categoría y, si era necesario, también a pie.
Essedarius: gladiador que buscaba el derribo de su contrincante combatiendo primero desde un carro, y luego, si seguía con vida, bajaba a la arena para luchar con la espada.
Veamos ahora en el siguiente vídeo algunas escenas de combate entre gladiadores de las distintas categorías que acabamos de estudiar:

Económico, se ganaba mucho dinero con las entradas. | |
Religioso, formaba parte del ritual que se le hacía al familiar muerto.
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Histórico, se remonta a una pelea privada entre amigos.
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Prisioneros de guerra, condenados, esclavos y hombres libres con una vida miserable.
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Esclavos y funcionarios especiales para los espectáculos.
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Soldados del ejército romano que participaban eventualmente en estos espectáculos.
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El
iba equipado de una armadura pesada formada por un casco (galea) grande cerrado con dos alas y adornado con plumas (pinnae) y un penacho (crista) que aumentaba su estatura gracias a su forma de cresta; una espada corta; un escudo rectangular grande y ligeramente curvo; y unos protectores de cuero o metal en el brazo derecho, donde no podía defenderse con su escudo, y en la pierna izquierda, a modo de espinillera (ocrea).El
o " ": contrincante de los retiarios designado de dos maneras: la primera por el tipo de armadura que llevaba; la segunda por el pez que lucía en su casco. Portaba un escudo, una hoz y un casco.El
era similar a un soldado a caballo, armado con un casco con visera, una clámide sobre sus hombros, una lanza y una rodela. Combatía a galope contra otro gladiador de su misma categoría y, si era necesario, también a pie.El
llevaba una espada muy corta y ligeramente curva (sica) para matar a sus contrincantes por la espalda; casco y protectores en ambas piernas, en el vientre (subligaculum) y en el brazo derecho (manica); todos ellos muy necesarios por lo pequeño que era su escudo (parma o parmula) cuadrado, redondo o triangular.El
era la forma más humilde de luchar. Iban semidesnudos; con un protector en el vientre (subligaculum); un brazalete o manga que le cubría el brazo izquierdo hasta el hombro con un metal sobresaliente (galerus) con el que protegía parte de la cabeza que llevaba al descubierto; y armamento ligero consistente en una red, para envolver al adversario, y un tridente o puñal, para rematarlo.
Verdadero Falso
Verdadero Falso
Verdadero Falso
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