2.2. Los electrones viajeros

En las reacciones químicas del metabolismo, algunas sustancias pierden electrones y otras los ganan. Decimos que una sustancia se oxida cuando pierde electrones y que se reduce cuando los gana. Evidentemente, cada vez que ocurre una oxidación, hay una reducción, por lo que ambos procesos van unidos.

Cuando los electrones se van, suelen ir acompañados de un protón (H+). La unión de (e-) + (H+) constituye un átomo de hidrógeno (H). Es por ello que la oxidación o pérdida de electrones, suele ser también una deshidrogenación, o pérdida de átomos de hidrógeno. La reducción, por su parte, suele ser una hidrogenación. Podemos saber fácilmente cuándo una sustancia se oxida o se reduce mirando qué ha pasado con sus hidrógenos.

El catabolismo, además de energía, libera electrones ya que las moléculas más complejas se oxidan. De la misma forma que mononucleótidos trifosfatos (como el ATP o el GTP) llevan la energía, algunos dinucleótidos se han especializado en transportar electrones. Así tenemos los siguientes coenzimas especializados en esta función:

 

Coenzimas

 

Estos coenzimas, entre los que destaca el NADH, sin participar directamente en la reacción la hacen posible captando y cediendo electrones. Se dice que tienen poder reductor porque, en un momento determinado, ceden electrones a otras moléculas y las reducen.

Pero además, participan en un mecanismo muy peculiar de formación del ATP, la fosforilación oxidativa, en la que los electrones son transferidos desde un donante de electrones a un aceptor de electrones, que suele ser el oxígeno, a través de reacciones redox en las que se libera energía. Esta energía es aprovechada por una importante enzima, la ATP sintasa, para crear ATP. 

 

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