3. La Ilíada y la Odisea en la literarura y en el cine

 

La influencia de La Ilíada y La Odisea ha sido inmensa en la historia de la literatura universal. En primer lugar, fueron el modelo de La Eneida de Virgilio y, a través de esta, de La Divina Comedia de Dante Alighieri (1265-1321 CE). También a través de La Eneida influyeron en el poeta inglés John Milton (1608-1674), autor de El paraíso Perdido. Tanto en los primeros versos de La Eneida como los de El paraíso Perdido encontramos ecos de los de La Ilíada.

Agamenón se dispone a sacrificar a Ifigenia a los dioses

G. B. Tiépolo: El sacrifico de Ifigenia
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Canta, oh diosa, la cólera funesta de el Pélida Aquiles,
maldita, que causó  a los aqueos incontables dolores,
precipitó al Hades muchas vidas valientes
de héroes, y a ellos mismos los hizo presa para los perros
y para todas las aves -y así se cumplía el plan de Zeus-,
desde que por primera vez se separaron, tras haber reñido,
el Átrida, soberano de hombres, y el divino Aquiles.

¿Qué dios pudo mezclarlos en tan atroz contienda?
El hijo de Latona y del Cronión que, airado,
lanzó por los ejércitos una peste tremenda.
Y morían los hombres, por haber ultrajado
al sacerdote Crises el poderoso Atrida. 

La Ilíada
Eneas huye de Troya con su anciano padre en brazos acompañado de su mujer y su hijo

Federico Barocci: Eneas huye de Troya
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Canto las armas y a ese hombre que de las costas de Troya
llegó el primero a Italia prófugo por el hado y a las playas
lavinias, sacudido por mar y por tierra por la violencia
de los dioses a causa de la ira obstinada de la cruel Juno,
tras mucho sufrir también en la guerra, hasta que fundó la ciudad
y trajo sus dioses al Lacio; de ahí el pueblo latino
y los padres albanos y de la alta Roma las murallas.

Cuéntame, Musa, las causas; ofendido qué numen
o dolida por qué la reina de los dioses a sufrir tantas penas
empujó a un hombre de insigne piedad, a hacer frente
a tanta fatiga. ¿Tan grande es la ira del corazón de los dioses?

La Eneida

W. Blake: La tentación y caída de Eva
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Canta, celestial Musa, los arcanos.
Tú de Horeb en la secreta cima
y en Sinaí la inspiración le diste
a aquel pastor que le enseñara al hombre
su primitivo y escogido origen,
y cómo el Cielo y la fecunda Tierra
del tenebroso Caos se produjeron.
Y si de Sion en la colina santa
más te deleitan, y en las limpias olas,
y en los arroyos de Siloe, atenta,
de Dios escuchas firmes los oráculos,
de allá invoco tu ayuda poderosa
a mi atrevido canto, que alzar quiero
con vuelo audaz, mas lejos que la cima
de los montes altivos de la Aonia.

El paraíso perdido

Troilo y Cresida

V. W. Bromley: Troilo y Cresida
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William Shakespeare usó la trama de La Ilíada como fuente para Troilo y Cresida, pero se centró en una leyenda medieval, la historia de amor de Troilo, hijo del rey Príamo, y Cresida, hija del adivino Calcante. La obra da una visión insólita de la Guerra de Troya y describe a Aquiles como un cobarde, a Áyax como un mercenario retardado, etc.

Hay que tener en cuenta que la influencia homérica ha de comenzar por fuerza en el Renacimiento, ya que los textos de La Ilíada y La Odisea no se conocieron en Europa Occidental hasta finales del siglo XV.

Autores más recientes que tienen también una clara influencia de los textos homéricos, directa o indirectamente, son James Joyce (Ulysses, 1922); Eugene O'Neill (A Electra le sienta bien el luto, 1931, original Mourning Becomes Electra, teatro); Jean Giraudoux (La Guerra de Troya no sucederá, 1935, original: La guerre de Troie n'aura pas lieu, teatro); Jean Paul Sartre (Las Moscas, 1943, teatro); T.S. Eliot, W.H. Auden, ...

Además, sobre la base de La Ilíada se han compuesto óperas y ballets, y de La Odisea se han hecho series para TV.

Simone Weil escribió el ensayo The Iliad or the Poem of Force en 1939, poco antes del comienzo de la II Guerra Mundial. El ensayo describe cómo la violencia, especialmente cruda en la Guerra de Troya, reduce al agresor y a la víctima a la condición de esclavos o, peor aún, autómatas.

Una adaptación de La Ilíada y La Odisea en 1954 fue el musical de Broadway The Golden Apple (La manzana de oro). Situaba la acción en el estado Washington, en los años posteriores a la Guerra Hispano-estadounidense.

Alessandro Baricco

A. Baricco
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La novela de Christa Wolf Casandra (1983) es muy crítica con La Ilíada. La narradora es Casandra, que expresa sus sentimientos justo antes de ser asesinada por Clitemnestra. Es una perspectiva feminista de esta guerra y, en general, de todas las guerras. La frase que condensa el espíritu de la novela quizás sea esta: “Entre morir y matar hay una tercera posibilidad: vivir”.

Una adaptación u homenaje sería también Ilium, galardonada novela ciencia ficción de Dan Simmons (2003).

Muchos autores griegos, como Constantino Kavafis u Odysseas Elytis, tienen presentes en sus versos esas antiguas historias que nos siguen conmoviendo. Jorge Luis Borges entrevera en su prosa en muchas ocasiones reminiscencias de Homero.

Y una historia que os recomendamos vivamente, puesto que recrea, de una forma inmediata y vivaz, la Guerra de Troya: La Ilíada de Homero, por Alessandro Baricco. El autor intenta versionar la epopeya para su lectura individual y de principio a fin (recordemos que los cantos homéricos estaban compuestos para ser declamados en público y en cantos aislados). La narración corre a cargo de los protagonistas. Criseida, Tersites, Aquiles, Patroclo, Néstor, Agamenón y así hasta veintiún personajes describen los acontecimientos desde su personal punto de vista. 

El cine

Aunque el ciclo troyano había sido llevado al cine muy pronto (en 1910 el italiano G. Pastrone dirigió La Caída de Troya), su cenit coincidió con la edad dorada del peplum en los años 50 y primeros 60, con obras como El Talón de Aquiles (1952), La Amante de Paris (1955), La Guerra de Troya, (1961) y La Ira de Aquiles (1962). Estos filmes en general han envejecido mal y resultan rígidos y amanerados, con personajes sobreactuados y doblajes lastimosos. La evolución vertiginosa de los efectos especiales en la cinematografía actual acentúa la impresión de acartonamiento que transmiten.

En la página siguiente comentamos algunas películas que, o bien destacan en esta etapa de auge del peplum, o bien son más modernas y no adolecen de estos defectos.