Imperium: los albores: Sit tibi terra levis...
Comenzamos el tema con la expresión que entre los romanos ponía fin a la vida: Sit tibi terra levis, "que la tierra te sea leve". Equivaldría al cristiano requiescat in pace (R.I.P.), "descanse en paz". Si visitas un museo o alguna necrópolis romana verás numerosas estelas funerarias con inscripciones que concluyen con esta expresión, cuya abreviatura es: STTL. Precisamente trataremos en este tema la muerte y los ritos funerarios que rodeaban el último momento de la vida de un romano.
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Inscripción funeraria romana en una tumba con forma de tonel de vino.
En la inscripción podemos apreciar la abreviatura final (cada inicial separada por un punto): HSESTTL (Hic situs est. Sit tibi terra levis. "Aquí yace sepultado. Que la tierra te sea leve") Imagen de Ken & Nietta en Wikimedia commons bajo licencia CC. |
Las actitudes ante la muerte de los romanos han sido muy variadas. Séneca critica las siguientes palabras de Mecenas:
Que me vuelva manco
que sea cojo de un pie,
ponme una joroba en la espalda,
que se me meneen los dientes;
mientras me quede la vida, todo lo acepto;
aún colgado de una torturante cruz
desearía conservar la vida.
Séneca: Cartas Morales. Libro XV, I. Ediciones Obras maestras. Barcelona 1986. Traducción de Jaime Bofill y Fierro.
Mientras que por su parte, Séneca nos dice: " lo que importa no es que vivas mucho, sino que vivas bien; y a menudo vivir bien consiste en no vivir mucho".
Propio del carácter romano dado a disfrutar de la vida, el poeta Horacio también nos dice que no podemos evitar la muerte:
¡Oh! Póstumo, Póstumo, rápidos se deslizan los años y tu respeto por los dioses no retrasará las arrugas ni la inexorable muerte que han de venir [...]. Inevitablemente tendremos que navegar las aguas (de la laguna Estigia) todos los que nos alimentamos de los dones de la tierra, tanto los reyes como los pobres campesinos. [...] Tendremos que abandonar la tierra, nuestra casa y nuestra agradable esposa y ninguno de estos árboles que cultivas, excepto el odioso ciprés, seguirá a ti, su dueño, en tu corta vida.
Horacio: Odas. Libro I, XI
y, por tanto, nos aconseja que disfrutemos de cada momento de la vida:
No me preguntes, pues no es lícito saberlo, qué fin han reservado los dioses para mí o cuál para ti [...] Mientras hablamos se escapa el tiempo, nuestro enemigo: aprovecha el momento, pues poco fiable es el mañana.
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Tumba excavada en la roca (hipogeo) de la necrópolis de Carmona.
Podemos apreciar los nichos para colocar las urnas funerarias. En la parte izquierda de la foto estaría la escalera para descender a la tumba. |
Continuaremos en este tema con la historia del Imperio romano para tratar brevemente las dos dinastías, la de los Antoninos y la de los Severos, que precedieron a la grave crisis política y militar que asolará el Imperio durante casi cincuenta años y determinará el cambio del Alto al Bajo Imperio. La gestión de los emperadores de estas dos dinastías, unas con mayor suerte que otras, se centrará básicamente en proteger las fronteras de las invasiones bárbaras.
En la sección de lengua latina enriqueceremos nuestro conocimiento del latín con el estudio del funcionamiento de las oraciones subordinadas adjetivas que tanta productividad tienen en todas las lenguas. Fíjate que usas muy frecuentemente en castellano el pronombre relativo "que, quien, cual" (llegamos todos los que componíamos el equipo; Cómprate el vestido que te gusta; El profesor dio un premio a los alumnos que vinieron a clase;...).
En la sección de Fonética nos detendremos en la evolución de algunas palabras se salen fuera de las normas que hemos visto hasta ahora, pero gracias a ellas entenderemos la evolución de la "a" latina de lacte a la "e" castellana de "leche", o el origen de nuestras palabras "hembra" o "España".