1. Los temas de la comedia vieja

En la siguiente presentación puedes leer los argumentos de las comedias de Aristófanes que han llegado hasta nosotros. Más abajo los encontrarás más ampliamente desarrollados:

Las comedias de Aristófanes
Presentación de Melisa Penélope en Slideshare. Licencia CC

Terracota que representa un actor cómico

Actor cómico
Imagen de Jastrow en Wikimedia
Licencia CC

La comedia procede del culto a Dioniso, de los bulliciosos coros callejeros que entonaban himnos fálicos. Los participantes, en las festividades rurales, recorrían los campos con antorchas y objetos fálicos. La palabra komos, en griego, significa diversión. De ella deriva comedia, palabra que implica alegría y jolgorio. Los integrantes de los komoi acostumbraban a dirigirse unos a otros con versos vulgares, usando un lenguaje rudo y obsceno.

La comedia tenía que ser una caricatura de la realidad, una crítica de la inmoralidad, la codicia y la corrupción. Estaba directamente referida a la realidad. La composición del coro dependía de la obra (pájaros, ranas...). Su lenguaje hoy en día puede parecer ordinario, pero no resultaba así para el público del momento, puesto que era el lenguaje del campo, de donde procedía.


De Aristófanes, principal representante de la comedia ática, conservamos once obras completas. Este es el esquema de sus comedias: un personaje hace su aparición para arreglar un grave problema, con una idea audaz o brillante; un coro, que no siempre es de seres humanos, se enfrenta con él o se convence de sus ideas tras una larga discusión y muchas payasadas; entonces, el coro se dirige al público con arengas que combinan lo absurdo con lo serio, entreveradas de himnos mágicos a los dioses.
A todo esto debe subyacer la forma primitiva de la comedia ática, consistente en un κωμος que hacía una aparición dramática y voluble, incitaba a la lucha o al debate, se dirigía al auditorio y entonaba himnos, concluyendo con una escena alborozada, tal como una boda. Aristófanes recoge todos estos elementos y los transforma en obras de arte homogéneas.
Dibujo sobre un busto de Aristófanes

Aristófanes
Imagen del Project Gutenberg
Dominio público

 
Aristófanes se propone divertir. El mundo de sus creaciones vive por su absurdo y, aunque se basa en la vida real, su enorme dinamismo procede del desafío a las normas. Ofrecía a los griegos, que se veían estrictamente limitados por la naturaleza humana y el control divino, una evasión imaginaria de tales restricciones, y sacaba a escena hombres de capacidades y apetitos innegablemente humanos que triunfaban de un modo imposible sobre las circunstancias. No hay límite para lo que pueden hacer. En La Paz el protagonista asciende al Olimpo en un escarabajo pelotero. En Lisístrata las mujeres ponen fin a la guerra negándose a dormir con sus maridos. Semejantes resultados no podían lograrse en la vida real. La comedia de Aristófanes es un desafío a la doctrina del término medio, tan diligentemente inculcada por la moral griega, y busca sus personajes en hombres y mujeres de una normalidad total. No les falta su buena dosis de instintos y apetitos naturales. Sus reacciones son violentas e inmediatas; carecen de escrúpulos para obtener lo que desean; tienen una vitalidad que nunca desfallece y una ingenuidad tan grande que supera todos los obstáculos. Mujeres y hombres son unos verdaderos linces que realizan las cosas más absurdas con una seguridad instintiva. Encajan perfectamente en sus situaciones absurdas.
El mundo de fantasía en el que se mueve Aristófanes tiene estrechas afinidades con el mundo familiar de Atenas en el último cuarto del siglo V. Sus diálogos están repletos de alusiones tópicas de toda índole, a la política, a la filosofía, a la literatura, a la guerra. Le preocupan los mismos problemas que a su público y lo expresa por medio del coro. En sus parlamentos se intercalan reflexiones serias, con las que Aristófanes expresa sus propias ideas. No obstante, no se trata de un autor de mensaje con una fachada cómica: la comicidad es su primer objetivo.
fotografía de una representación de Pluto

Escena de Pluto de Aristófanes representada en el teatro de Ioannina el 4 de julio de 2007
Imagen de Becante en Flickr. Licencia CC


Los años más creativos de Aristófanes coincidieron con la Guerra del Peloponeso, que no se apartó jamás de su imaginación. Escribe sobre la guerra desde dentro, y sin duda la aborrecía: subraya sus privaciones y ridiculiza a sus abogados. Su obra Los Arcanienses es un alegato pacifista.
La Paz celebra la paz de Nicias con Esparta, una tregua efímera. En ella el héroe, Trigeo, vuela al Olimpo y descubre que allí hay la misma carestía de víveres que en la tierra. La guerra ha encerrado a la joven Paz y está a punto de machacar a las ciudades griegas. Trigeo hace un llamamiento a todos los griegos para que saquen a la Paz de su encierro, y a su liberación sigue una escena de canto y francachela, casándose al final Trigeo con ella. La guerra está presente en todas partes, y quienes sacan provecho de ella hacen breves y ridículas intervenciones. El mérito de la obra radica en la capacidad de Aristófanes para hacer poesía real y concreta con abstracciones y entidades tan vastas como las ciudades. Al liberar a la Paz se descubre que los argivos no colaboran como es debido porque están demasiado ocupados en vender víveres a los que de uno y otro bando, en tanto que los atenienses están tan ocupados en discutir entre sí que no pueden hacer ningún esfuerzo.

Hay otro tema en el que insiste Aristófanes: las diferencias entre la vieja generación y la joven. Las nubes trata de las diferentes actitudes de un padre, Estrepsíades, y de su hijo, Fidípides, con respecto a lo que se podría llamar `el pensamiento nuevo´" Estrepsíades es el cazurro habitual que representa el sentido común, mientras que su hijo es la víctima de la moda que adopta las ideas nuevas, encarnadas nada menos que en la persona de Sócrates. Es curioso ver que en esta obra Aristófanes ridiculiza todo lo que quiere a Sócrates, a quien atribuye todos los absurdos y alguno más de los sofistas, pero el meollo de la pieza es mucho más simple que eso. Estrepsíades ha contraído deudas y desea que se le enseñe la manera de lograr que prevalezca el argumento más débil sobre el más fuerte, para derrotar así a sus acreedores.
Fotografía de máscaras de comedia

Máscaras de comedia
Imagen de  Xavi Marzal en Flickr. Licencia CC

Al año siguiente Aristófanes representa Las avispas. Se trata de un padre, acérrimo partidario de los tribunales, y un hijo totalmente opuesto a ellos, que trata de encerrarlo en casa para que no pueda acudir a juzgar. Es una crítica a la afición de los atenienses por los procesos.

Las aves sitúa la acción entera en el aire y mantiene en todo momento su brillantez y su fantasía. Dos tipos emprendedores, Evélpides y Pistetero, buscan un lugar donde vivir más o menos en paz y lo hallan uniéndose a los pájaros para construirlo en el cielo, al abrigo de hombres y de dioses, aunque unos y otros tratan de entrar en él. El héroe cómico alcanza aquí la plenitud de sus dimensiones y se divierte de lo lindo mal que les pese a los hombres y a los dioses.

Un año antes de la rendición de Atenas, Aristófanes hizo representar su última pieza en su mejor estilo, Las ranas. El argumento es el siguiente: Dioniso, el dios de las fiestas en que se representaban tragedias y comedias, desciende al Hades para buscar a Eurípides, recién muerto, y traerlo a la tierra. Tras un azaroso viaje a los infiernos, Dioniso se encuentra allí con una crisis literaria en pleno auge. Eurípides ha destronado a Esquilo e el trono de la poesía en el Hades y sobre ello ha surgido una gran discusión. Se llama a Dioniso para juzgar a los dos poetas y la competición de estos es el núcleo de la comedia. Este núcleo se desarrolla en cuatro partes: la primera es una crítica mutua; en la segunda se contraponen sus versos; en la tercera se establece una comparación de su arte; y en la cuarta se pondera una selección de versos de uno y otro. Los de Esquilo ganan siempre. Al final Hades da el triunfo a Esquilo. El certamen, muy variado, denota una sensibilidad extraordinaria. La acumulación de chistes señala las partes importantes, y la parodia y las citas precisas de ambas partes trazan un luminoso cuadro de las diferencias de los dos tipos de poesía.

Con Las ranas finaliza el gran período creador de Aristófanes. La caída de Atenas en el 404 a.n.e. supuso el fin de la Comedia Antigua. No podían costearse ya las representaciones, y nadie tenía ganas de bromear con la amarga situación. Aristófanes vivió veinte años más, y de esta época se conservan aún dos obras suyas, Pluto y Las asambleístas. Las circunstancias le obligaron a prescindir en ambas del coro, con todo lo que suponía para la acción y el canto. La vitalidad no es la misma, la alegría resulta triste, y la fantasía se ve también notablemente disminuida.