3.2. Valores básicos compartidos
Valores básicos compartidos.
Imagen de elaboración propia
Los equipos deportivos tienen energía y vitalidad, son dinámicos, crecen y se desarrollan. Los integrantes interactúan, toman decisiones, trabajan juntos hacia metas compartidas, alcanzan logros e incluso se enfrentan a conflictos.
Los equipos de alto nivel tienen una serie de características comunes (Katzenbach, Smith y Douglas, 1996):
- Tener un propósito claro: todos los miembros del equipo deben saber exactamente cuál es el objetivo a alcanzar. Así sabrán cómo pueden contribuir al logro del objetivo y podrán focalizar su energía y trabajo en ello.
- Comunicación efectiva hacia adentro y hacia afuera. Un intercambio ágil de la información permite asegurar que se adoptarán oportunamente las decisiones correctas.
- Voluntad de aprender de los demás: es importante que los integrantes del equipo tengan voluntad de aprender nuevas técnicas o métodos para ser aplicados en el proyecto.
- Participación en el grupo: los miembros del equipo no solo deben tener tareas específicas para realizar, sino que deben sentirse involucrados en la discusión de los problemas y en las decisiones que se adopten.
- Orientación a la solución de problemas: esto genera un ambiente de solidaridad y confianza que contribuye significativamente a la motivación de los miembros del equipo.
- Búsqueda de la excelencia: no solo en aspectos técnicos, sino también en lo referente a las relaciones entre sus integrantes y con otras partes involucradas, la responsabilidad por el trabajo y sus resultados.
- Celebración de los logros. La celebración de los éxitos alcanzados es otro factor que contribuye a la motivación de los integrantes del equipo. Cuando se alcancen hitos importantes, y si estos se han logrado con la calidad esperada, el celebrar este logro como equipo hace que cada uno de los miembros de este sienta que ha contribuido a algo bueno e importante