3.1. Perfil psicológico de los equipos de alto nivel
En lo relativo al equipo de alto nivel, este es definido como un conjunto de personas con habilidades y capacidades diferentes, que trabajan juntos para lograr un objetivo común, logrando mejorar sus resultados de manera continua. Un equipo de alto rendimiento es aquel equipo que ha alcanzado los objetivos propuestos de una manera excelente en términos de eficacia y de eficiencia.
Importante
Según Giesenow (2011), un equipo deportivo posee una serie de rasgos distintivos respecto a otros grupos, algunos de los cuales son:
- La direccionalidad de la comunicación es una de las características más relevantes en la mayor cantidad de interacciones.
- La comunicación está orientada a diálogos en búsqueda del consenso o acuerdos.
- Se constituyen mayoritariamente para el logro de resultados mensurables, como por ejemplo ganar competiciones.
- Se estimulan las sensaciones de pertenencia de los deportistas, favoreciendo así la integración y orientación a los resultados.
- La pertinencia en relación con la tarea es elevada. El equipo se constituye y tiene su sentido por y en la tarea.
- La heterogeneidad es un factor clave para potenciar la productividad del equipo.
- Existe una clara delimitación de funciones en cada uno de los integrantes del equipo.
- En los equipos deportivos se fomenta el desarrollo de líderes.
- La competencia es fomentada para el desarrollo del potencial del equipo. Esta se entiende como ser competente y aprender para competir. Se entrena para alcanzar los resultados.
Perfil psicológico de los equipos de alto nivel.
Imagen de elaboración propia
Los procesos psicológicos y las motivaciones en que se basa un equipo varían según el deporte. Por ejemplo, para los integrantes de deportes de equipo el sentimiento de constituir un equipo es mayor y la motivación predominante debería ser colectiva, así como el grado de cohesión de tarea requerido es algo mayor. En competiciones donde los deportistas pertenecen a un equipo pero compiten de forma individual, la persona estará probablemente más motivada por su éxito personal, el sentimiento de constituir un equipo es menor y la cohesión de tarea requerida es baja; para los deportistas de estos deportes, integrar un equipo puede incluso constituir un desafío.
Los equipos de éxito, el cuerpo técnico y los deportistas hablan abiertamente sobre los temas que les afectan de manera directa, y todos trabajan de forma conjunta para alcanzar las metas que tienen en común. Cuando se mantienen estos canales de comunicación se abre la posibilidad de obtener lo mejor del equipo: su energía y su creatividad (Giesenow, 2011).